La cirugía estética es una especialidad de la cirugía plástica que se enfoca en mejorar la apariencia de ciertas partes del cuerpo mediante procedimientos quirúrgicos. Este tipo de cirugía tiene como objetivo principal corregir imperfecciones físicas que el paciente considere problemáticas, con el fin de mejorar su autoestima y bienestar psicológico.
Algunas de las intervenciones más comunes en cirugía estética incluyen:
Blefaroplastia: cirugía de rejuvenecimiento de párpados, resección de piel y bolsas de grasa.
Dermolipectomía circular o “body lifting”: remodelación del contorno del tronco.
Implantes de busto o mamoplastia de aumento: cirugía en la que mediante prótesis o implantes (de solución salina o gel de silicona) se aumenta el tamaño y la forma de los senos.
Peeling: procedimiento mediante el cual se aplican medios físicos o mecánicos (peeling mecánico o dermoabrasión) o químicos (peeling químico) con el objetivo de retirar o desgastar en diferentes profundidades las capas de la piel.
Mastopexia: su finalidad es reposicionar los senos en su sitio original.
Rinoplastia: tiene la finalidad de mejorar estéticamente la nariz.
Otoplastia: corrección de los defectos congénitos o adquiridos de las orejas.
Queiloplastia: corrección de los defectos congénitos o adquiridos de los labios.
Ritidectomía (estiramiento facial): su meta es rejuvenecer la cara en su totalidad mediante el reposicionamiento de los tejidos faciales.
Implante malar: cirugía que pretende corregir la hipoplasia malar mediante la colocación de un implante de silicona especialmente diseñado.
Es importante destacar que la cirugía estética debe ser realizada por un cirujano plástico acreditado, que ha completado una formación específica en esta especialidad. Además, es esencial que el paciente tenga una idea clara y realista de los objetivos que se pueden alcanzar mediante la cirugía estética, sus limitaciones y riesgos, para poder tomar una decisión informada.