La cocaína o benzoilmetilecgonina según la Denominación Común Internacional, también conocida simplemente como coca, es un alcaloide tropano cristalino y fuerte estimulante utilizado sobre todo como droga recreativa.
Las formas más comunes de consumo son inhalación, insuflación o inyección en vena. Los efectos mentales que provocan incluyen la pérdida de contacto con la realidad, agresividad,6 la agudización del estado de alerta y manía persecutoria, una intensa sensación de felicidad y agitación psicomotriz. Los síntomas a nivel físico son una rápida frecuencia cardiaca, sudoración y dilatación de las pupilas y altas dosis pueden provocar una tensión arterial alta y el aumento de la temperatura corporal.
Los efectos comienzan apenas unos segundos (o minutos) después de su consumo y duran entre cinco y noventa minutos. Aunque la mayor parte de su consumo se realiza de forma ilegal, la cocaína tiene un pequeño número de usos médicos aceptados como anestésico tópico y antihemorrágico durante cirugías nasales, entre otras. La cocaína es muy adictiva, debido a su efecto sobre la vía mesolímbica del cerebro, y existe un alto riesgo de sufrir dependencia, aunque el periodo de consumo haya sido corto.
Su uso también aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, problemas pulmonares en los fumadores, infecciones sanguíneas y paro cardiorrespiratorio súbito.
La cocaína o fariña que se vende en la calle se mezcla habitualmente con anestésicos locales, almidón de maíz, quinina, levamisol o azúcar, que pueden dar lugar a un aumento de la toxicidad.12 Tras consumir dosis de forma repetida, la persona puede ver disminuida su capacidad de sentir placer (anhedonia) y estar muy cansada físicamente. La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central y un supresor del apetito. Actúa mediante la inhibición de la recaptación de la serotonina, la norepinefrina y la dopamina; esto se traduce en mayores concentraciones de estos tres neurotransmisores en el cerebro. Puede cruzar fácilmente la barrera hematoencefálica, aunque también puede dañarla.
La cocaína se fabrica a partir de las hojas de la planta de la coca que se cultiva principalmente en América del Sur, y en 2013, 419 kilogramos de cocaína fueron producidos de forma legal, mientras que el valor de la cocaína comercializada en el mercado negro se estima en entre 100.000 y 500.000 millones de dólares estadounidenses cada año. El crack se obtiene a partir de la cocaína.
Después del cannabis, la cocaína es la droga ilegal más consumida a nivel mundial ya que se calcula que entre 18 y 22 millones de personas utilizaron la sustancia en 2014, con América del Norte como su principal consumidor, seguido de Europa y América del Sur. Se estima que entre el 1 y el 3% de los habitantes del mundo desarrollado han probado la cocaína en algún momento de su vida y cada año, es la responsable directa de miles de muertes.
Las hojas de la planta de la coca llevan siendo utilizadas por los habitantes del actual Perú desde la antigüedad, aunque para aislar la cocaína de la hoja habría que esperar hasta 1860. Desde 1961, está incluida en la Convención Única sobre Estupefacientes, con el fin de combatir su tráfico y consumo.