Un aplauso para el inventor de la luz con sensor de movimiento, que te obliga a cagar como si estuvieras dirigiendo la filarmónica de Viena
Parece que hoy en día nadie caga. No. Ni pensarlo, de eso nada. Tenemos papel higiénico en casa pero solo de adorno. Cagar es como el amor. Todos lo necesitan, todos lo hacen, pero lo hacen a escondidas. Eso hace que el arte de cagar se convierta en un misterio por miedo a que se enteren de que tenemos esa curiosidad fecal. ¿Cuánto peso se pierde al cagar? ¿Puedes tener un orgasmo cagando? ¿Cómo se limpiaban cuando no había papel? ¿Quién le limpiaba el culo al rey? Marta Rowling responde a estas y otras preguntas sobre el acto de defecar con datos reales y en clave de humor. ¿Te aburres? Hablemos de cagar.