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18 Con dificultad se hallará obra de
Lógica más extensa que la de WOLFIO. Este Escritor, siempre
prolixo, ha hecho con título de Lógica un volumen que encierra
innumerables cosas, porque trata en el Discurso Preliminar de la
Filosofía y todas sus partes: después en lo interior de la obra,
además de lo que puede tocar a la Lógica, trata con extensión
muchísimos puntos de Metafísica, Animástica, y mixtos de estas
Ciencias con la Ética y Teología. Algunas cosas buenas hay en esta
obra, que no tanto pertenecen a la Lógica como a otras Artes; y con
haberse propuesto el designio de exponer en el Discurso Preliminar el
fin que se proponía en su obra, para eso solo ha empleado ciento y
sesenta y ocho párrafos, sin contar los escolios que van al pie de
ellos. De esto se puede inferir qué será lo demás. El método que
usa es el geométrico, que no tiene lugar en todas las partes de la
Filosofía por los inconvenientes que explicamos en esta obra,
hablando del método. Pero como veo que hoy se hace gala de aplicar
el método geométrico a todas las cosas, entre las cuales hay muchas
que no le admiten bien, no puedo escusar de proponer aquí las
palabras de Mr. Alemberg, cuya autoridad los aficionados a lo moderno
no dejarán de recibir con aprobación. “Sería, dice, el mayor
de los errores el imaginar que la esencia de las demonstraciones
consista en la forma geométrica (que solo es accesoria y como la
corteza) con una lista de difiniciones, axiomas, proposiciones, y
corolarios. 

Esta forma es tan poco esencial a la prueba de las
verdades Matemáticas, que muchos Geómetras modernos la han
abandonado como inútil. Con todo eso, hallando algunos Filósofos
este aparato como a propósito para engañar (sin duda porque los
había engañado a ellos mismos), le han aplicado indiferentemente a
todas suertes de asuntos: han creído que raciocinar de esta forma era
ajustado; pero han mostrado por sus errores, que en las manos de un
espíritu falso, o de mala fé, esta exterioridad matemática no es
otra cosa que un medio de engañarse más fácilmente a sí mismo y
a los otros. Se han llegado a poner figuras de Geometría en los
tratados del alma: se ha reducido a teoremas el inexplicable enigma
de la acción de Dios sobre las criaturas: se ha profanado el nombre
de demonstracion en un asunto donde aun los términos de conjetura y
de verosimilitud serían casi temerarios. Así que no es menester más
que echar los ojos sobre proposiciones tan orgullosamente calificadas
para descubrir engaño tan grosero, para quitar la mascara al Sofista
revestido de Geómetra, y para convencerse, que los títulos son
señal tan equívoca del mérito de las obras como del mérito de los
hombres (a:Elemens de Philosof. n. 5, tom. 4. p. 40. edic. de
Amsterd. de 1764.)”. Para mayor desengaño del abuso que se hace
hoy del método geométrico, aplicándolo a las Ciencias en que no
conviene, es menester oír al mismo Wolfio, que es uno de los que le
han seguido con extremado tesón en todas materias. “Por lo que
pertenece a SPINOSA (dice) la que llama Ethica suya la dispuso según
el método recibido de los Geómetras con difiniciones, axiomas,
proposiciones, y demonstraciones; pero no se sigue de esto que haya
procedido con método filosófico, explicando suficientemente los
términos de cada difinicion, y no usando en las demonstraciones de
otros principios que los que estuviesen bastantemente probados, y
guardando la forma genuina de las demonstraciones, como era necesario
para filosofar con buen método (a:Logic. Disc. prelimin. §. 167. in
schol. p. 64. edic. de Verona de 1735. )”. Este lugar de Wolfio
sirve a un mismo tiempo para conocer el engañoso modo que tuvo
Spinosa de propalar su atheismo, y para desengañarnos de que los
escritos filosóficos que llevan los aparatos de los Geómetras no
han de ser recibidos sin examen, puesto que la verdad no se sujeta a
estas apariencias.