277. SANTO DOMINGO AMAMANTADO POR UNA VACA

277. SANTO DOMINGO AMAMANTADO POR UNA
VACA (SIGLOS XIII-XIV. LOBERA DE ONSELLA)

277. SANTO DOMINGO AMAMANTADO POR UNA VACA (SIGLOS XIII-XIV. LOBERA DE ONSELLA)


Hallándose un boyero —como solía
hacer todos los inviernos desde hacía muchos años— apacentando su
vacada en términos del monte de Ejea, observó que una de las reses
se separaba del resto de la manada todas las tardes para regresar en
solitario bien entrada ya la noche. Aquella reiterativa actitud le
movió la curiosidad, así es que un día el zagal determinó seguir
a cierta distancia al animal, para lo cual le colocó previamente una
esquila de forma que le resultara más fácil tenerla localizada.

Aquella tarde se volvió a repetir la
ausencia: la vaca se separó de las demás y el pastor la siguió
durante más de una hora, hasta que llegó a las inmediaciones de la
actual ermita dedicada a santo Domingo, por aquel entonces
inexistente.

El vaquero estaba agotado a causa de la
caminata y por la sed, maldiciendo a la vaca. Pero ésta, ante la
reacción de enfado de su cuidador, hizo un movimiento de cabeza y
clavó un cuerno en la tierra. La sorpresa del muchacho fue enorme
cuando al retirar el testuz el animal manó agua clara de una copiosa
fuente, en la que pudo saciar su sed.

Transcurrido un rato, y una vez
recuperado el pastor del cansancio, de la sed y del asombro por la
experiencia vivida, la vaca reemprendió el camino hasta llegar a una
cueva. Se adentró la bestia en ella y cuál no sería la sorpresa
del pastor que iba detrás cuando se encontró con un niño que
parecía esperar al animal, que lo amamantó solícitamente. Aquel
pequeño no era otro que el mismo santo Domingo.

Cuando el pequeño quedó saciado de
leche, el vaquero y el animal hicieron el camino de vuelta para
reencontrarse con el resto de la vacada. El pastor no dejaba de
admirar a la vaca que caminaba pausadamente.
Naturalmente, el vaquero narró lo
sucedido en Lobera y se movilizó todo el pueblo, decidiendo
construir una ermita y se puso el nombre de Santo Domingo a la
montaña que alberga la cueva. En adelante, por estas tierras se
representaría al santo con unas gotas de leche en la barba.

[Proporcionada por Antonio Garza
Velilla.]