CANCIONERO VASCO. José Manterola. Primer volumen.

CANCIONERO VASCO

ILUSTRADO POR 

JOSÉ MANTEROLA.

SOCIO HONORARIO DE LA ASOCIACIÓN EUSKARA.

Primera serie

(Editor: Ramón Guimerá Lorente. Se actualiza en parte la ortografía en el texto castellano. El texto euskara, euskera, vascuence etc. se deja como en el original. Las tildes en las i no se pueden distinguir en muchos casos, ni en castellano ni en euskara. Asterisco delante de palabras que no se pueden leer por fallos en el scan, manchas, etc. Hay erratas no corregidas en el formato web, peroen el libro).

SAN SEBASTIÁN.

JUAN OSÉS.

CONSTITUCIÓN 7.

HABANA.

LA PROPAGANDA LITERARIA.

O’ REILLY 54.

LONDRES.

WILLIAMS ET NORGATE.

14. HENRIETTA STREET

COVENT GARDEN.

1877-1878


CANCIONERO VASCO

POESÍAS EN LENGUA EUSKARA

Reunidas en colección, ordenadas en series, y acompañadas de traducciones castellanas, juicios críticos, noticias biográficas de los diversos autores, y observaciones filológicas y gramaticales. 

POR

JOSÉ MANTEROLA.

Primera serie.

Tomo I.

POESÍAS AMOROSAS.

SAN SEBASTIÁN:

Imprenta de Juan Osés, Constitución 7.

NOVIEMBRE DE 1877.

(Bodleian Library, Oxford. 31 *J 83)

EUSCAL-ERRI


MAITE MAITAGARRIARI

BERE SEME BATEN

AMORIOZCO OROIPENA. 

PRÓLOGO.

El estado de postración a que ha llegado en nuestros días la hermosa lengua euskara, merced entre otras causas, a la culpable indiferencia con que durante mucho tiempo ha sido mirada por el mismo país vascongado, tan interesado en la conservación de este precioso monumento, signo inequívoco de la antigüedad de nuestra raza, de su originalidad, y de su jamás abatida independencia, unido al completo desconocimiento que existe de nuestra especial literatura, muchas de cuyas producciones, dignas ciertamente de ser estudiadas, por el sabor especialísimo que las caracteriza, se han perdido unas, y yacen otras en el más completo olvido, me hicieron concebir la idea de intentar, en la modesta esfera de mis medios, un noble esfuerzo en pro de la rehabilitación del maravilloso idioma que con tanto celo cultivaron Erro, Larramendi, el Padre Moguel, Cardaberás, Lardizábal, el P. Guerrico, Iztueta, Iturriaga, Aizquibel, y tantos otros ilustres vascongados, y en favor de la conservación y el desarrollo de nuestra propia y especial literatura

Encariñado con tal proyecto, que cada día que pasa me parece más útil y patriótico, me he dedicado durante muchos meses al estudio de las producciones literarias en lengua euskara, y muy especialmente al de nuestra poesía popular; he rebuscado muchas composiciones, de cuya existencia apenas quedaba memoria, sino en la de algún curioso, o uno que otro raro e ilustrado coleccionista; he adquirido otras, que aunque más conocidas, apenas si habían sido impresas, o estaban ya agotadas; he recogido, cuanto ha estado a mi alcance, de composiciones escritas, ya en otras épocas, ya en nuestros días; he hacinado, en fin, merced a grandes y constantes esfuerzos, cuantos materiales he creído conducentes al éxito de la empresa, y con tales bases, y al calor del firme deseo que me anima de prestar mi óbolo, no por modesto menos valioso, a la patriótica obra de dar a conocer más y más nuestra armoniosa y prehistórica lengua, y de procurar por su conservación y desarrollo, ha tomado cuerpo el proyecto de Cancionero vasco, a cuyo primer volumen sirven de prefacio estas líneas.

Los trabajos que he tenido que practicar antes de dar forma al pensamiento de la publicación, las grandes dificultades con que he tropezado para la adquisición de algunas composiciones, relativamente muy modernas; los errores tipográficos y defectos de copia de que adolecen muchas otras de las ya publicadas, y la casi imposibilidad material que existe de poder formar ni aun una ligera y vaga idea de nuestra literatura, en el estado de abandono en que esta se encuentra al presente, me han convencido más y más de la necesidad de la publicación de una obra, de la índole de la que voy a emprender, si nuestra poesía ha de ser conocida, no sólo fuera del país, sino aun dentro de él, donde sólo algunos rarísimos curiosos poseen un número más o menos reducido de composiciones, que a fuerza de grandes trabajos han conseguido reunir en larga serie de años, y si la literatura euskara ha de salir del estrecho recinto del territorio en que se habla la lengua vascongada, y formar parte al lado de otras que, sin más méritos que ella, y quizás sin tantos, figuran dignamente en el cuadro de la historia general de la literatura

Para esto se hace preciso ante todo, que las composiciones vascongadas sean traducidas a la lengua castellana, con el objeto de extender el campo de su estudio, y de hacer que puedan ser apreciadas aun por los que no conocen el idioma euskaro, o sólo tienen de él escasas nociones; y aunque no se me ocultan las dificultades que dicha tarea encierra, dada la índole especialísima de la lengua vascongada, su diversidad de todos los demás idiomas conocidos hasta el día, su original estructura, y la novedad de sus modismos e idiotismos, juzgo utilísimo y muy fructuoso este trabajo, que constituirá parte esencialísima del Cancionero vasco

Las traducciones castellanas que acompañen a cada una de las composiciones euskaras, estarán escritas en prosa, y en ellas, huyendo de toda elegancia de estilo, pondré especial cuidado por conservar, hasta donde sea posible, todo el sabor y el colorido de los textos originales, sin perjuicio de ampliar por medio de notas y comentarios todos aquellos pasajes que requieran tales aditamentos para su cabal y exacta inteligencia. 

Es necesario además, si ha de formarse completa idea de nuestra especial literatura, dentro y fuera del país, que las diversas composiciones que existen en lengua euskara, ya inéditas, ya publicadas en hojas sueltas, que por esta sola circunstancia alcanzan una efímera vida, ya desparramadas en numerosas obras, de varia condición y fechas, muchas de ellas de difícil adquisición, se coleccionen ordenadas en grupos más o menos armónicos, eligiendo al efecto lo mejor de cada género, y subordinándolo a la unidad de un plan general, y para atender a esta necesidad, las producciones que formen parte del Cancionero vasco, aparecerán reunidas en series, a cuyo objeto me propongo coleccionar las principales poesías eróticas o amorosas, las festivas y satíricas, las místicas y religiosas, las alegóricas, (fábulas, apólogos, proverbios, etc.), las pastorales y villancicos, los cantos históricos, políticos y patrióticos, y las canciones morales, reuniendo en diversos volúmenes, bajo el título de Poesías varias, todas aquellas que por su asunto, su forma literaria, u otra cualquiera circunstancia, no puedan tener natural cabida dentro de un género concreto y determinado.

A la vez, y con el objeto de que el trabajo que emprendo sea más útil y fructuoso, y de contribuir en algo por mi parte en favor de la conservación y el desarrollo del originalísimo idioma euskaro, tan 

infundadamente despreciado por los que no conocen su maravillosa estructura y su admirable mecanismo, como justamente ensalzado por los sabios que se han dedicado a su estudio, y han sabido desentrañar sus grandes bellezas y apreciar su filosófica construcción, (1) todas las composiciones serán ilustradas con numerosas notas filológicas y gramaticales, que estimulen y generalicen su conocimiento científico, y faciliten a la par el estudio de las relaciones y diferencias que existen entre sus varios dialectos, hijos todos de una madre común. 

(1) Entre los sabios a quienes el país vascongado debe mayor gratitud por los titánicos esfuerzos hechos en pro de la lengua vascongada, en cuya defensa mantiene aún en estos mismos momentos grandes y victoriosas polémicas, debe mencionarse al ilustre príncipe Luis Luciano de Bonaparte, que viene dedicando largos años de su vida al estudio y propagación de nuestro idioma, con una constancia, un celo, una inteligencia y un desinterés verdaderamente admirables, y que le hacen acreedor a la estimación de cuantos aprecian en algo las glorias del país vascongado. Aprovecho gustoso esta oportunidad para rendir a tan sabio filólogo este modesto testimonio de consideración. 

Ajeno a todo exclusivismo en la materia, aceptaré para la colección del Cancionero, sin diferencia alguna, composiciones de las diversas regiones en que se halla dividido el país vasco, de uno y otro lado del Pirineo, complaciéndome en publicar poesías en sus diversos dialectos, y de todos los géneros, sin más limitaciones que las que marcan las leyes del buen gusto y los universales principios de la moral.

Además, y para enriquecer con joyas extrañas el caudal de la literatura euskara, haciendo así más vasto su campo, publicará el Cancionero, alternando con las composiciones originales en dicha lengua, algunas traducciones en verso vascongado de poesías que hayan alcanzado justo renombre, de escritores nacionales y extranjeros. 

Y, por último, las composiciones todas que formen parte del Cancionero vasco, aparecerán ampliadas con algunos apuntes biográficos de sus autores, cuando estos sean conocidos, con breves juicios críticos en que se hagan resaltar sus principales bellezas o defectos; y aquellas poesías líricas más populares, serán acompañadas del canto correspondiente, a cuyo efecto se agregarán al fin de cada tomo, y por vía de apéndice, las hojas de música que sean necesarias. 

Tal es, en resumen, el proyecto que he concebido, y que intento realizar con la publicación del Cancionero vasco, y tales los patrióticos propósitos que me animan.

No desconozco la magnitud de la empresa, las grandes dificultades con que he de tropezar para llevarla a debido término, ni lo limitado de mis fuerzas para realizarla en la medida de mis deseos; confío, sin embargo, en la benevolencia del país, que tan favorablemente ha acogido el proyecto de la publicación, reconociendo así su necesidad, y no dudo que su indulgencia suplirá los defectos de que no puede menos de adolecer la obra, dado el vasto campo que abraza, en gracia siquiera a los desinteresados móviles que me animan, y al firme deseo que me alienta de prestar un servicio que juzgo de importancia, a esta noble tierra euskara, sobre la que pesan hoy tantas desdichas.

Varias son las obras que se han publicado ya con análogo objeto al del Cancionero vasco, si bien no con la extensión que me propongo dar a este, ni bajo tan amplias bases, y merecen principalmente citarse con elogio Le Pays Basque de Mr. Francisco Michel, distinguido vascófilo e ilustrado catedrático de la Universidad de Burdeos, (1) la Colección de aires vascongados, de D. J. A. Santesteban, (2) y los Chants populaires du Pays Basque y de M. Sallaberry, (3) a cuyos autores envío gustoso el testimonio de mi admiración por tan útiles trabajos.

(1) Le Pays Basque, sa population, sa langue, ses moeurs, sa littérature et sa musique, par Francisque Michel, correspondant de l’ Institut de France, etc. París, 1857. 

(2) Colección de aires vascongados, para canto y piano, por J. A. Santesteban. – San Sebastián. – Van publicados 62 aires, que se venden al precio de tres reales cada uno. 

(3) Chants populaires du Pays Basque, paroles et musique originales recueilliés et publiées avec traduction française, par J.-D.-J. Sallaberry, (de Mauleon), Avocat. Bayonne. Imprimerie de Veuve Lamaignére, rue Chegaray, 39.-1870. 

Pero la preciosa obra de Michel, apenas si contiene sino una que otra rarísima composición en los dialectos vascongados de este lado del Pirineo; la de Mr. Sallaberry, se concreta a la publicación de poesías populares del país de Soule y la Baja Navarra, con cuatro o cinco únicamente de la región de Labort, y por último, la Colección del Sr. Santesteban, utilísima para la historia de la música popular vascongada, carece por completo de importancia bajo el aspecto literario.

El Cancionero vasco, nacido al calor de los mismos patrióticos móviles, vendrá pues a servir de complemento a las obras precedentes, y a añadir algunas páginas más a la historia de la literatura euskara, y su poesía popular, trabajando a la vez por la conservación y el desarrollo de la hermosa lengua vascongada, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. En cuanto a las condiciones materiales de la publicación, nada tengo que añadir a lo que he dejado ya expuesto en los prospectos de la misma, debiendo limitarme a manifestar que no escatimaré sacrificio alguno para que la edición corresponda, en cuanto es dado, a la importancia de la obra; y respecto a su extensión, el público es el que ha de decidirlo, con el favor que le preste, debiendo por mi parte hacer constar que los compromisos adquiridos por los Sres. suscritores, quedan limitados, por vía de ensayo, a los cuatro tomos que constituirán la primera serie del Cancionero, y renovables a su terminación para nuevas y sucesivas series. 

Sólo me resta para terminar este ya harto largo prefacio, dar las gracias más cumplidas a cuantos me han ofrecido su apoyo moral o material para la realización del Cancionero vasco, dejando al fallo público el mayor o menor mérito de este, y la gloria o la censura que me pueda caber al intentar su publicación. 

José Manterola. (Beldarrian)


San Sebastián 1.° de Noviembre de 1877.



NERE MAITIARENTZAT (José María Iparragirre)

Arguia darizanari – Arnauld Oihenart

Contzeciri – Juan Ignacio de Iztueta

Andregeya — Edmond Guibert Ezpeleta

Juramentuba – Indalecio Bizcarrondo

Gabazco cantua – Vizconde de Belsunce

Apéndice de Música