Capítulo LI.

Capítulo LI.

En que se
escribe la vida de Armengol de Moyeruça,
octavo conde de Urgel.

No pasó mucho tiempo después
de la muerte de Armengol de Gerp, que el conde, su hijo y heredero,
por estar, según dice Francisco Rades de Andrade en la Historia de
Alcántara, desavenido con el rey de Aragón, se pasó a los reinos
de Castilla, con el rey Alfonso, a quien su padre en el testamento le
había encomendado, y allá se casó de su mano con doña María, que
el obispo de Pamplona llama Estefanía, hija de aquel esclarecido
varón, el conde Pedro Anzures, señor de Valladolid, conde de
Carrión y Saldaña, señor de Ribera y Cabrera, en Galicia, y de
otros muchos pueblos y lugares de aquellos reinos, varón de gran
linaje y calidad. Dióle en dote la célebre villa de Valladolid, que
él había en mucha parte reedificado, como lo testifican la iglesia
mayor, puente y hospital, que son obras y edificios suyos.
Fue
este casamiento antes del 21 de mayo del año 1095, porque dice
Argote de Molina que en el dicho día fundó y dotó este conde Pedro
Anzures la iglesia de Valladolid, como consta por escritura original
que aquella iglesia tiene, cuya copia vio aquel autor en poder del
maestro Ambrosio de Morales, en la cual son confirmados el conde don
Fernán Ruíz de Castro; don Armengol, conde de Urgel, y el conde don
Alvar Fañez Minaya, todos tres yernos del conde don Pedro Anzures.
Quedó este conde de Urgel allá toda su vida, sirviendo a los reyes
de Castilla y de León, y así por alguno es llamado y conocido por
don Armengol de Valladolid. El infante don Pedro de Portugal, en sus
Genealogías, le llama don Hungel de Valladolid, y cuenta de él un
hecho muy famoso y de gran proeza, que fue llegar a arrancar las
aldabas de las puertas de Córdoba, que, como queda dicho, era la más
principal ciudad de los moros, donde tenían sus reyes la silla y
corte, y a pesar de ellos, las arrancó y se las llevó a su villa de
Valladolid, y las puso en la iglesia de Santa María, la Antigua,
donde el referido don Pedro afirma que estaban aún en su tiempo, que
era cerca del año 1300. Verdad es que el padre fray Jaime Bleda, en
su Historia de los moros, refiriendo este hecho, recibe equivocación
en el año y en la persona; pero afirma que estas aldabas eran de la
mezquita mayor de Córdoba, y estaban en las puertas de Nuestra
Señora la Antigua de Valladolid.
Todo el tiempo que estuvo
ausente dejó en el gobierno de sus estados un gobernador, con título
de vizconde; que así llamaban en estos tiempos a los tales
gobernadores, y era dignidad después de la de conde, y presidía en
la ciudad o lugar más principal del condado, y estaban a su cargo
las más principales fuerzas, y era como lugarteniente y alterno del
conde, representando su persona, y tenía sus veces en el gobierno y
administración de la justicia: dícelo Calsa en su Cataluña, por
estas palabras:
Et titulus hic omnia vicecomiti tribuebat quae
erant comitis, comite tamen absente, praesente vero comite, multa
quidem vicecomitis erant ipsius jura, nam in bello, praesente comes
stabularius; y más adelante dice: Summus ergo imperator omnium in
bellis in Catalonia post comitem vicecomes erat; y en los más autos
de estos tiempos, después del conde solía meter su firma el
vizconde. Algunas veces era por tiempo, y otras hereditario, como lo
fue * Udalardo, que casó con Riquelda, hija de Borrell, conde de
Barcelona, y en el otro Udalardo Bernardo, que fue en la ordinación
de los Usajes, y Gelaberto Udalardo, su hijo, que fueron todos
vizcondes de Barcelona, y en esta ciudad tenían su palacio, en el
lugar que hoy está la cárcel, cuyas eran las dos torres, que
permanecen y llamaban el castillo viejo vizcondal; y de estos
vizcondes de Barcelona descienden los condes de Santa Coloma de
Queralt.
Era entonces muy poderoso en España un linaje de moros
que llamaban almoravides, y eran venidos de África, llamados de los
moros de España para que les valieran; pero hiciéronse en pocos
años tan poderosos, que dieron harto que entender a todos los reyes
de ella. El rey don Alonso de Castilla era más molestado de ellos, y
hacía todo lo que podía para sacarlos de sus reinos, y vengar los
atrevimientos de Janer, su caudillo, hizo grandes juntas, que cuentan
los autores que escriben las cosas de Castilla. El conde Armengol fue
con trescientos caballos a servir al rey Alonso; los moros tenían
buenos espías, y sabían lo que pasaba en nuestro campo mejor que
nosotros en el suyo, y tenían entendido que los cristianos habían
de pasar junto a Emerita: armáronles celada, e ignorantes
cayeron en ella; peleóse gran rato, y perecieron entre otros muchos
el conde con sus trescientos caballos. Tomaron de este suceso tan
grande ánimo los moros, que pensaron en volver a su antigua pujanza,
y negaron los tributos y parias que hacían a los cristianos.
Este
suceso, aunque en breves palabras, refieren las memorias del
monasterio de Ripoll de esta manera: Successio filius ejus
Ermengaudus de Moyeruca, qui ideo sic vocatur, quia in loco qui
dicitur Moyeruca cum serventis militibus et multis aliis christianis
sub almorabitis interfectus est, sub tertio Raymundo Berengario,
comite, anno Christi 1102. Vixit undecim annis in comitatu.
Zurita,
en sus índices latinos, no parece que se resuelva si este encuentro
y rota del conde fue con los moros o con los cristianos, pero
conforme con los que dicen murió con trescientos hombres de a
caballo, dícelo por estas palabras: Ermengaudus CCC equitibus
magnoque *peditatu ad Molieruciam decertans ante diem 18 kalendas
octobris
mortem *occumbit; neque vetustis annalibus
peribetur christiani an impii hostes essent. Tuvo once años el
condado, y murió el día de la exaltación de la cruz, que es a 14
de setiembre
del año 1102. Por diferenciarle de los otros
Armengoles, le dan diversos nombres: por haber sucedido la pérdida
de su persona y de los trescientos caballos junto a Emerita, y por
haber arrancado las aldabas de la mezquita de Córdoba, le llamaron
de Córdoba, confundiendo las palabras de él y de su tercer abuelo,
y por la asonancia y similitud de Moyeruca con Majorica, le llamaron
Armengol de Mallorca; y los hechos de su hijo en la conquista de
aquellas islas se los atribuyen a él. Llámanle también de
Mollerusa, pueblo del llano de Urgel, que está entre Lérida y
Bellpuig, donde dicen que murió. Pero los que mejor lo averiguaron,
siguiendo antiguos ejemplares, le llamaron de Majeruca o Moyeruca, y
entiendo ser un lugar del reino de León, del cual habla el obispo
fray don Prudencio de Sandoval en la Corónica del emperador don
Alonso, donde, por confirmación de la *materia que allá trata, trae
un auto o privilegio otorgado en Toledo, a 18 de setiembre de 1180,
que es el año 11* de Cristo señor nuestro, confirmado, según el
uso de *aquel reino, del hijo de este conde, y es muy verosímil
haber acontecido allá la muerte del conde, porque había * estos
almorávides; y el conde tenía allí por razón de su mujer muchos
heredamientos, y entre otros, la villa de Valladolid del reino de
Castilla, que fue de su suegro. Las palabras del dicho auto, que
pueden hacer algo * nuestro propósito, son estas: Yo Alonso,
emperador de Spanya, juntamente con mi mujer la emperatriz
Berenguela a vos Martín Díaz de Prado, mi criado, por muchos
y * servicios que me hicistes, con grato ánimo y voluntad espontánea
os dono y concedo la villa que se llama Alvi* que está en el reino
de León junto a Mayorica, heredit* y por herencia, y os la doy con
sus términos y montes, * van por el término de Majorica, de una
parte, y de Xa* y por los límites de Villa Mudarra y de Vallverde y
* de Morica. Dentro destos términos y límites todo lo co*do etc.”
Debían de ser lugares de poca consideración, c*lo son los más de
aquel reino, pues en las tablas del n* atlas que sacó a luz Jacobo
Hondio, ni en otras más antiguas, hay memoria de tales pueblos.
Tuvo
en la condesa doña María un hijo, que fue su heredero, y tres
hijas, la primera se llamó doña Mayor, que casó con el conde don
Pedro *Freyas de *Trasa, que fue muy gran señor en Castilla, y tuvo
la crianza del infante don Alonso de Castilla, que llamaron el
emperador, la segunda se llamó doña Estefanía, y casó con don
Ponce de Mi*, mayordomo mayor del emperador don Alonso, el cual, con
su mujer doña Berenguela, les dieron el lugar de Santoval, donde
fundaron un monasterio, y de esta señora hace mención Yepes en la
historia del Orden de san Benito, * y la hace fundadora del
monasterio de santa María de Va*ona, en Castilla. Bien es verdad que
el obispo de Pamplona, hablando del conde don Rodrigo *González
Girón, dice estas palabras: Por la escritura que * de la iglesia de
Valladolid, de la era 1173, parece estar casado con doña Stephanía
de Armengol, hija del conde de Urgel, y nieta del conde don Pedro
Anzures de Valladolid, etc. Y no he dejado de reparar que el doctor
*Culiel, que tan por menudo escribe del linaje de los Girones, no
haga memoria de este casamiento. La otra hija se llamó Teresa, y
casó en Cataluña, con Guillen Amat * vizconde de Cardona, y entre
otros quedó un hijo llamado Pedro, que en cierto caso fue llamado a
la sucesión del condado de Urgel.