Una cárcel es un edificio destinado a la reclusión de presos, quienes han sido privados de su libertad como condena por haber cometido un delito. Este lugar puede ser utilizado tanto para detener a personas que están esperando un juicio como para que cumplan penas de privación de libertad. En una democracia, solo el Poder Judicial puede ordenar que una persona sea enviada a la cárcel.
Las cárceles son instituciones que dependen del Estado y forman parte del sistema penitenciario, que incluye el conjunto de prisiones y la organización que las administra. El objetivo de la cárcel puede ser proteger a los ciudadanos de personas peligrosas, servir como disuasión para aquellos que podrían infringir la ley y contribuir a la resocialización de aquellos que han decidido alejarse de las normas de convivencia social.
La palabra “cárcel” tiene origen en el latín “carcer”, que se utilizaba para referirse a espacios con barrotes y lugares donde los gladiadores aguardaban antes de salir a la arena. También se empleaba para designar los sitios subterráneos donde se guardaban las fieras que se enfrentaban a los gladiadores.