
El término ombligo del mundo se ha utilizado a lo largo de la historia para referirse a lugares que se consideran centrales o de gran importancia. Por ejemplo, la Isla de Pascua fue llamada “Te Pito o Te Henua”, que significa “El ombligo del mundo”, por los polinesios que la habitaban antes de la llegada de los europeos.
Además, en la mitología griega, Delfos se consideraba el ODM debido a su importancia como el lugar donde se encontraba el Oráculo de Apolo, que era un centro de consulta y predicción del futuro.
En el caso de Colombia, la Laguna de Guatavita también se conoce como “el ODM” en la cultura muisca, donde los caciques se sumergían con oro como ofrenda.
Estos lugares son considerados centrales o de gran importancia cultural y religiosa, aunque no necesariamente en un sentido geográfico o físico.