La pizza es un plato inmensamente popular que se originó en Italia, específicamente en la región de Nápoles.
Se trata de un pan plano horneado, generalmente de forma redonda, elaborado con harina de trigo, sal, agua y levadura, cubierto con salsa de tomate y queso.
Existen numerosas variedades de pizza según los ingredientes que se añaden, como aceitunas, albahaca, anchoas, cebolla, champiñones, jamón, orégano, distintos tipos de queso, salami y salsas variadas.
La pizza se ha extendido por todo el mundo y se consume en diferentes formas y tamaños, adaptándose a las preferencias locales.
El salmorejo es una crema fría típica de la cocina andaluza, especialmente de Córdoba. Se prepara machacando tomate, pan, aceite de oliva, vinagre, ajo y sal, y a veces se añaden pepino, cebolla y pimiento. Su consistencia es espesa y es servida generalmente como primer plato, a menudo con virutas de jamón o huevo duro sobre la superficie. Según la Cofradía del salmorejo cordobés, la receta canónica debe llevar cinco ingredientes: tomate, pan de telera, aceite de oliva virgen extra, ajo y sal.
La preparación del salmorejo se remonta a la época pre-romana, aunque fue en Andalucía donde adquirió su identidad actual. Inicialmente, era un alimento humilde, consumido por campesinos que mezclaban el pan duro con verduras para preparar una comida nutritiva y refrescante. El tomate vino de América.
El salmorejo es una crema espesa que se diferencia del gazpacho en su consistencia más densa y en que no lleva pimiento ni pepino.