CARTA CXLI.
Viaje a Poblet: noticia de algunos códices de su biblioteca y de una Biblia del siglo X. Situación del monasterio de PP. Cartujos de Scala Dei; su fundación, fábrica, códices: pruébase que el Tostado fue aquí novicio. Noticias del Patriarca Alejandrino Don Juan de Aragón. Industria de los Catalanes en los montes llamados el Priorato. Viaje a Escornalbou: su situación, edificios, origen de este nombre.
Mi querido hermano: Digamos algo hoy del resto de mi expedición por los monasterios de esta diócesi, la cual concluí antes de ayer. De Santas Cruces pasé a Poblet, donde sobre la afabilidad y literatura del actual Abad el M. Iltre. señor Don Fr. Joaquín Casanoves (Casanovas), y el buen trato y urbanidad de los demás religiosos: sobre la grandeza de los edificios, su antigüedad y adornos, en que irresistiblemente se ceba la curiosidad de los forasteros: sobre todo esto, digo, disfruté de una ventaja muy propia mía, y es que apenas tuve que trabajar para desempeñar el objeto de mi viaje. Porque ya un sabio individuo de esta casa había prevenido nuestras ideas e intención, publicando todos los documentos históricos pertenecientes a la fundación, dotación, privilegios y cuanto la historia puede desear de ella. Añadió además una descripción exacta de todos los edificios, entierros, ornamentos, reliquias, Abades y varones ilustres: de modo que sería una importunidad notoria, y un moler al público, y un acta agere el querer repetir, ni aun extractar lo que en cinco tomos en 4.° publicó el P. Mtro. Fr. José Finestres, que es el que decía, ¡Ojalá todos los monasterios de España tuviesen su historia tan menudamente escrita y certificada con los documentos al canto! Con la suya hizo ver el P. Mtro. Finestres que este monasterio es por todos respetos el Escorial de la corona de Aragón. Sólo le faltó acreditarle de tal en la parte literaria, y pues refirió hasta las semínimas de la casa, pudiera, siendo como era tan literato, haber dicho en particular de la famosa librería que con otras muchas alhajas regaló al monasterio en 1673 el Excelentísimo señor Don Pedro de Aragón, hijo de los Duques de Cardona. Algo de esta falta, que es lo grande para la literatura, supliré yo apuntando brevemente algunas de las curiosidades literarias que allí hay.
A la preciosidad de la estantería toda de ébano, cerrada con cristales y a la uniformidad de las buenas encuadernaciones corresponde la importancia de los códices que contiene, los cuales no son de grande antigüedad, aun los Padres y Poetas griegos y latinos e historiadores, que por lo común son manuscritos italianos del siglo XIV y XV; mas con todo merecen particular memoria los siguientes, que apuntaré conforme vinieron a mano, y son: Las obras de Píndaro en griego, con comentarios en el mismo idioma. = La Liturgia de San Juan Crisóstomo toda en griego. = Un vol. fol. ms. del siglo XIV que contiene: S. Basilii Exameron, S. Augustini Retractationes, el librum de Natura et gratia, S. Hylarii Pictaviensis de Synodis, Origenis Periarchon interprete Ruffino, y Pamphili Martiris Apologia pro Origine. = Del mismo tiempo es: S. Ambrosii de Officiis libr, III y de Morte Satiri fratris sui. = Claudiani de Raptu Proserpinae, et S. Basilii libellus ad Nepotes, a Leon. Aretino translatus. = Senecae Epistolae, con todas sus obras en italiano. = Las mismas traducidas en español por Pedro Díaz de Toledo, de orden del Rey Don Juan II de Castilla y de León: versión de que habla Nicolás Antonio. = Virgilii et Catulli opera. = Las Coplas de Juan de Mena, excelente manuscrito del siglo XV. = Poesías de Don Diego Mendoza y Pedro de Villalva: parecen de principios del siglo XVII, de las cuales no hay memoria en nuestras bibliotecas que yo sepa. = Julii Frontini opera, con la añadidura de dos discursos, 1.° Sopra li seggi di Napoli, por Aniello Pacca, y el 2.° por Antonio Feltri sobre lo mismo. = Las obras de Tito Livio, Floro, Sexto Rufo. = Compendio dell’ historie Romane ricavato da diversi autori, anónimo ms. fol. vit. 1420. = Facta et dicta memorabilia Regis Alphonsi ab Antonio Panhormita collecta. = Vidas de los Maestres de la religión de San Juan de Malta, anónimo. = La Crónica en lemosín de Montaner y Desclot; al fin dice: Aquest libra sa acaba an layn que hom conta de la Nativitat de nostre Senyor ver Deus del ayn de M.CCC.LIII (1353) disapte á XX del mes de juyol. = Crónica de los Reyes Católicos por Nebrija, traducida al español por un anónimo. = Sexti Julii Frontini Strategemata, y el Valerio De rebus memorabilibus. = Crónica del Rey Don Enrique IV de Castilla; comienza: Nasció este Rey Don Enrique en la villa de Valladolid. Su autor es Diego Henríquez del Castillo: otro ejemplar manuscrito he visto en la biblioteca de los PP. Franciscanos de Tarragona, que fue del señor Foguet. = Antigüedad y grandezas de la villa de Alcalá de Guadayra por Cristóbal de Monroy y Silva, desconocido en las bibliotecas, como también la Genealogía de los Condes de Cardona, escrita en 1664 por Bernardo José Llobet, de Castellón de Ampurias. = Libro de linajes, compuesto por Diego López de Ayala, canónigo de Toledo, y comentado por Manuel de Faria. Aunque no he podido cotejar esta obra con la conocida de Pedro López de Ayala sobre la misma materia, sospecho que sea diferente, por la diferencia de autor. Diario del pontificado de Alejandro VI. = Commentarius Scipionis in bello Venetorum et Mediolanensium Ducis, libri IX, per Porcelium, poetam laureatum, historicum clarissimum, et divi Alphonsi Regis secretarium, compuesto en 1452 = Libellus regiae successionis regnorum Siciliae, Hierusalem et aliorum: compuesto por Pedro Trossillo, notario de Valencia, siendo bayle en aquella ciudad por el Rey Alfonso V Pedro Mercader. = El libro De mundo de Aristóteles, traducido por Alonso Curiel; versión que hasta ahora no conozco. También es desconocida la obra de Empresas, jeroglíficos y emblemas, dirigidas al Duque de Segorbe y Cardona, por el licenciado Antonio Latre, beneficiado de Huesca. = Item: Instrucción de ordenanzas de la guardia alemana, por Jorge Baibel. = Item: Genitura del Exmo. sig. D. Joachimo d’ Aragon, figlio primogenito del Exmo. sign. Duca di Segorbe e di Cardona: calcolata dal P. Fr. Blasio Maño, dell’ ordine di S. Giov. di Dio (San Juan de Dios). Es un cálculo astronómico de aquel momento. = Tractatus septiformis de moralitatibus rerum (anónimo). = De Fr. Francisco Eximeniz el libro Doctrinal dirigido a la señora doña María, Reina de Aragón, en lemosín. = Opus salis aurifici, de Fr. Hilario de Rossi, del orden de San Francisco. = Augustini Niphi de Medicis, philosophi Suessani libellus de Rege et tyranno. = Giudizio del Cardinal Colona in torno a quel che scrisse il Card. Cesar Baronio della monarchia di Sicilia: colla risposta del Baronio. = Missale Romanum, con esta nota al fin: Scripsit D. Lucas de Carovineo: vivat in coelis cum Angelo Michaelis anno 1469. = Martyrologium Usuardi, fol. max. vit. adornado con buenas miniaturas. Al fin de la prefacion se halla esta nota: Martirologium hoc scriptum anno M.CC.LIIII (1254) ac postea temporis injuria laesum jussu Illmi. el Rmi. Principis D. D. Francisci Cardinalis a Dietrichstain, Episcopi olim integritati restituit Adamus Paulino Wsky episcopalis latinae cancellariae amanuensis. Anno salutis CI(C vuelta)I(C vuelta)CXIII. El carácter de todo el manuscrito es del siglo XV, cuando sin duda se copió de otro escrito en 1254, como se dice en el tratado previo del modo de hallar la luna. Mas ahora se atribuye sin razón a la copia lo que es propio del original. En resolución este códice es del siglo XV, y no más.
Corto aquí mi enumeración y basta por remate decir que la mayor parte de manuscritos pertenecen a asuntos políticos y noticias de sucesos particulares de Nápoles en los virreinatos de los Españoles. Son muchos los volúmenes de Diarios o Efemérides de los tiempos en que gobernaron aquellos reinos Don Pedro de Toledo, Don Fadrique de Toledo, y el Duque de Monteleón. Hay muchos tomos de historias de cónclaves, vidas de Cardenales, y relaciones de embajadores de vuelta a su corte: todo perteneciente al siglo XVI y principios del XVII. El índice sólo de los libros de este ramo bastaba para llenar una carta larga, y después de todo ello me quedaría con el mismo desconsuelo de no poder copiar todos estos preciosos papeles como quisiera. Hay muchos eruditos que sólo aprecian los códices de los Godos y apenas hacen caso de los de nuestros tiempos. La historia no reconoce preferencia de edades, y acaso las venideras culparán en esta parte nuestro descuido, como nos quejamos ahora de nuestros mayores.
En otra biblioteca interior, que es la primitiva del monasterio, hay también una buena porción de códices eclesiásticos, señaladamente obras de Santos Padres, que aunque son preciosos, no lo parecen comparados con una Biblia del siglo XI y acaso anterior. Es un vol. fol. max. vit. de 218 hojas, escrito a dos columnas, que comprende hasta el libro de los Salmos inclusive, los cuales siguen la versión de los LXX. Los demás libros están conformes con la versión antigua. Lo primero que se halla en este volumen es una descripción de todos los libros sagrados en dísticos, con este epígrafe: Titulus in bibliotecha ecclesiae Leiorensis:
Regula quos fidei commendat noscere libros
Hos nostra praesens biblioteca tenet.
Siguen los prólogos acostumbrados, y a cada libro precede el suyo con una noticia del mismo en dísticos. El principio de cada libro está iluminado con lujo; de lo cual para formar una idea completa, basta decir que la primera plana de los Salmos ocupan estas solas palabras: Beatus vir. Es inútil cuanto quiera añadir para describir un códice, cuya exactitud, limpieza y hermosura, nadie puede conocer sino viéndolo. Nada he podido rastrear acerca de su origen y del conducto por donde vino acá. Sólo he observado que perteneció a alguno de los Reyes de Aragón, ya porque en una de sus cubiertas se ve grabado su escudo con las barras y corona, ya por lo que arroja de sí una nota inexacta que hay en la primera hoja, escrita a lo que parece en el siglo XV. Dice así:
La present Biblia per gran antiguitat es mal legible; perque io G. Oliver, de offici scriva de racio del senyor Rey, qui he pres inventari del dit libre, per ço quel pogues millor designar en lo dit inventari he continuat en lo dit inventari lo epitafi seguent, y es que yo may la entengui, mes pot eser molt be entesa, si be se mira en la figura de les letres. Por donde se ve que era este códice de algún Rey de Aragón, como que se notó en su inventario. Esto sabemos hasta que la casualidad o la diligencia halle más que decir. Tampoco pude encontrar quien me diese razón del paradero de la Crónica lemosina del Rey Don Jaime I de Aragón, escrita por él mismo, cuyo original es voz común que quedó depositado en este monasterio. No sé que me diga sobre esto, ni es regular proponer dudas antes de tiempo.
Tenían estas dos bibliotecas índices exactos que ahorraban mucho tiempo a los estudiosos. Faltábale una clasificación más exacta por materias, cual corresponde a tal tesoro, y cual no escasea un mercader juicioso a sus géneros. Esta ha sido una de las primeras operaciones del señor Abad actual, y en esto se está ahora entendiendo bajo su dirección; con lo cual tendrá esta pieza toda la perfección que merece. Dígote con verdad que me separé con dolor de estos tesoros, pero era ya preciso pasar al monasterio de Padres Cartujos de Scala Dei. Allí después de bien recibido, fui excelentemente tratado respecto del objeto de mi viaje, que ciertamente hubiera sido sensible, si no fuera útil; porque el camino es áspero además, a lo que se agregaron incomodidades de varias clases que se borraron del ánimo con la sorpresa que me causó la vista de este monasterio, escondido en lo hondo de un barranco, desmontado y profundizado más de lo que quiso la naturaleza para poderse construir los edificios. Un gran bosque de pinos le roba a la vista del caminante hasta medio tiro de fusil, quedando como encajado entre montes altos pegados a las paredes del edificio. Tan escondido lugar buscaron los PP. Cartujos a principios del siglo XIII, después de haber vivido en el sitio llamado Povoleda (Populeta) (Poboleda), que hoy es una granja no distante, la cual les dio el Rey Don Alfonso II de Aragón en 1163 (a: Ap. núm. XLIII.). El título de Scala Dei lo puso el Rey Don Pedro, como lo asegura su hijo Don Jaime I en una confirmación de los privilegios y términos de esta casa, que es la primera de su orden en España (b: Aps. núms. XLIV y XLV.). La causa de aquel título y otras curiosidades acerca de su fundación podrán verse en la Historia que sobre ello publicó el doctor José Valls, Arcediano de San Lorenzo en Tarragona, hacia fines del siglo XVII. En el archivo he visto y copiado algunos documentos buenos para la colección. Tales son los que comprenden la historia del suprimido monasterio de Bonrepós, de que hablé en la carta pasada (c: Aps. núms. XLVI a XLIX.). Item una donación del Arzobispo Don Sparago en premio de los servicios que hizo el Prior de esta casa, Randulfo, predicando con sus monjes por toda esta diócesi contra los errores de los Albigenses, de que se habló en su lugar. También vi allí algunas obras manuscritas inéditas y son el Comentario e interpretación de los libros de San Dionisio Areopagita, hecho por el P. Don Gerónimo Spert, ya conocido por el tratado que publicó De oratione. Del P. Don Juan Valero hay un tratado intitulado el Virtuoso, donde se enseña la práctica de las principales virtudes, así teologales como morales. Item: Vida de Santa Tecla. = Del Ilmo. Don Andrés Capilla, Obispo de Urgel, hijo de esta casa, he visto los Comentarios de Isaías, impresos en 1586 por Humberto Gotard in Cartusia Scalae Dei. Debió ser llamado el artista para imprimir aquí el libro bajo la dirección de su autor, porque hasta ahora no consta de otros libros que se imprimiesen aquí, si bien en la historia manuscrita del monasterio hay memoria de haber tenido en el siglo XV imprenta propia, la cual dejó en él un ilustre Abad y protonotario Apostólico que pasó por aquí antes del año 1491. De esto no hallo más en las memorias del monasterio. Y ya que hablo de los varones ilustres de la casa, cuya noticia más extensa dio el citado Valls, no puedo omitir la de haber sido su novicio por algún tiempo el famoso Don Alfonso de Madrigal, llamado el Tostado. Cosa que al pronto me puso en mil dudas; pero salí de ellas con la vista de un documento incontestable, cual es el del libro de ingresos y profesiones que comienza en 1420, donde según costumbre el Vicario del monasterio escribió estas palabras: Item feria secunda in die Epiphaniae recepimus unum juvenem Castellanum, admodum insignem, qui vocabatur Ildephonsus de Madrigal, qui erat canonicus Salamantinus. Fuit per conventum concessum quod reciperetur ad osculum pacis; nam et incellatus fuit feria quinta in vespere Beati Antonii de mense januarii 16, anni Domini 1444. En el margen escribió el mismo padre Vicario las palabras siguientes: Iste postea fuit recognitus, et erat magister in theologia, et magister in artibus multum scientificus, qui vocabatur Alfonso de Madrigal, qui super Bibliam fecit magnum opus: tenuit in consistorio Papae Eugenii duas repetitiones: fuit Ambaxiator Regis Castellae ad nostrum Regem Aragonum qui erat in Neapoli. Non potuit perseverare propter negotia sua, et quaestiones emergentes. Ideo recessit cum dolore, et magna tristitia de mense aprilis 15 die, qui erat quartus dies Paschae anno praedicto 1444. No creo que merezca excepción este testimonio, donde además se ve que no fue inconstancia el no perseverar. También se cree que fuese monje de esta casa el Patriarca Alejandrino Don Juan de Aragón, hijo del Rey Don Jaime II, Arzobispo de Toledo, y después de Tarragona. He visto la carta del Capítulo general de la Cartuja del año 1333, donde se encargan oraciones por este Prelado, a quien llama ordinis nostri; y en la del Capítulo del 1335 se anuncia su muerte, acaecida el año antes, de esta manera: Obiit Dominus Patriarcha Alexandrinus, ordinis nostri, qui duplicavit conventum in domo Scalae Dei, cui conceditur monachatus, qui obiit kalendis septembris. Sufragio distinguido y pocas veces mandado, y sólo por personas de la orden. Es bien extraño que no se diga esto en otros documentos que aquí he examinado de este ilustre Príncipe y santo Prelado, que cierto fue grandemente aficionado a este monasterio, y su insigne bienhechor. Porque aumentó el número de monjes, ensanchando el claustro primitivo y construyendo doce celdas para otros tantos Cartujos, y dando para su dotación el lugar de Çaydin, con todas las circunstancias y expresiones que verás en la copia de un codicilo que hizo en la villa de Alforja a 2 de septiembre de 1333, el cual he copiado (a: Ap. núm. L.). Lega en él al mismo monasterio su Biblia glosada, que fue de su tío San Luis, Obispo de Tolosa. Son once volúmenes fol. vit. escritos de aquel tiempo, y están bien conservados en la celda prioral. No quiero omitir la especie de que en el mismo instrumento firma, como testigo, Frater Poncius Carbonelli, ordinis Fratrum Minorum; el cual han creído algunos equivocadamente ser el autor original de la Catena aurea, justamente atribuida a Santo Tomás de Aquino. Porque si Carbonell vivía en 1333, no es fácil entender que disfrutase de su obra el Santo Doctor, muerto en 1274. Volviendo al Patriarca, copiaré aquí la inscripción que hay en el claustro perteneciente a su construcción. Dice así: “Hoc opus claustri praesentis cum cellis et apparatibus suis fecit fieri de bonis suis Inclitus et Reverendissimus sanctae et praeclarae memoriae D. D. Johannes, Illustrissimi D. Jacobi recordationis eximiae Regis Aragonum
filius, Patriarcha Alexandrinus, qui in sortem Domini electus, et divinis obsequiis mancipatus, a Sancta Sede Apostolica variis gratiis et privilegiis merito insignitus, ad quod affectione speciali et devotione praecipua ferebatur, religionis puritatem et vitae austeritatem, in qua vivunt ipsius ordinis professores, ac bona spiritualia, quae fiunt in eodem, attendens, speransque indubie, ut sola Dei bonitate ad regna coelestia per hanc scalam scandere mereretur, cupiens devotionem hujus operis indicio demonstrare, in honorem Dei et Beatissimae Virginis Mariae, Matris ejus, in hoc monasterio conventum ordinavit, mandavit et voluit dupplicari, semper ad Deum pro anima sua, ac parentum suorum, et omnium fidelium oraturi, ac Deo ad laudem et gloriam sui nominis servituri; pro quorum provissione legavit dicto monasterio locum suum de Çaydino, dioc. Illerden.; eisdem monachis etiam pro studio in sacra theologia ab ipsis utilius impendendo, Bibliam suam pulcram glossatam, undecim volumina habentem (interdicta tamen penitus ipsius Bibliae alienatione) perpetuo concedendo, prout in sua inde facta ordinatione pia et laudabili continetur. In multis quoque aliis gratiis et beneficiis istud monasterium honoravit: anno Domini M.CCC.XXXIII. VI. kal. septembris. = Et hujus operis cellarum et claustri fuit operarius Fr. P. Loperdi, conversus monasterii Scalae Dei.” Concluyose el edificio en 1339, lo cual no pudiera conocerse por la vista de la obra, que está mejorada, y presenta un aspecto muy diferente de la arquitectura de aquel tiempo. Otra memoria hay del mismo Prelado en la consagración que hizo de la iglesia actual. Dícese que puso en el altar mayor, entre otras reliquias, un poco de carne del pie de San Francisco de Asís, que es cosa notable. La inscripción está en la capilla del Santísimo Cristo, y dice así:
Anno milleno ter centum ter decies tres,
Augusti mense, septembris sexto kalendas
Istam bassilicam consecravit Reverendus
Inclitus Alexandrinus Patriarcha Johannes,
Filius illustris Aragonensis quoque Regis,
Raymundo fratre de Bosco stante Priore.
La bóveda de esta iglesia pintó Fr. Joaquín Juncosa. En el Diccionario de profesores de bellas artes hallarás la noticia de este tan sabio como desgraciado artista. La sillería del coro de los monjes es de robles de Flandes, concluida en 1443 por el escultor maestro Halle, Alemán, por precio de ciento ochenta florines en dinero, sin contar la comida y otras asistencias. La del coro de los legos es del siglo XVI. Vi con gusto el sagrario, cuya portada ocupa el centro del testero del presbiterio: es una pieza espaciosa y despejada, en medio de la cual se eleva el tabernáculo, que es vistoso, así por lo exquisito de sus mármoles y jaspes, como por las buenas figuras que hay de relieve, y estatuas enteras, casi todas trabajadas por Isidoro Espinal, Catalán, y algunas por Fr. Salvador Illa, converso de esta casa. Del primero es la Cena, que está en el pedestal del tabernáculo. La arquitectura de todo este edificio es obra de otro religioso de esta casa, llamado Fr. Félix Artigas: cosa de aquel tiempo, esto es, del 1696, en que se concluyó. El cimborio pintó al fresco el otro Juncosa, clérigo. El todo es gracioso y apreciable, a pesar de que no se hermanan todos los primores del arte. Entre las reliquias que aquí poseen es notable la punta de uno de los clavos del Señor; tendrá poco más de un dedo. Item hay otro clavo grande a quien está afianzado un pergamino con este letrero moderno: Clavus portae aurae de Templo Dominico de Hierusalem, quae non aperietur usque ad diem judicii.
También se guarda un oratorio que dicen ser del Papa Luna, y no lo contradice el gusto de las figuras de marfil que lo adornan. En las dos sacristías se conservan algunas pinturas buenas, que merecían luz más libre. Las hay también en la aula capitular muy buenas del citado Fr. Joaquín Juncosa, y en la bóveda está retratado el Tostado en memoria de haber vivido aquí. Por último, diré de un códice ms. fol. que se conserva en la botica de este monasterio. Intitúlase Liber agregationum Serapionis de virtute simplicium medicinarum. De este autor, llamado Johannes Ben Serapion, habla Casiri Bibl. Arábigo (se lee Arabico) – hispana, tom. I. pág. 261, y dice de él que escribió en lengua siriaca dos volúmenes de medicina, intitulados: Collectio magna en XII libros, y Collectio parva en VII, los cuales se tradujeron al árabe. No puedo decir, si es esta obra distinta de las insinuadas. Lo que sé es que está traducida al latín: que trata de las virtudes medicinales de las plantas, cuyos dibujos iluminados se insertan en el texto: que en la primera plana se halla pintado el autor con este letrero: Johannes Serapion, Arabicus; y en la colateral se ve una figura desnuda, que a mi parecer representa la naturaleza, de cuya cabeza sale un árbol frondoso, y bajo de los pies se ven las raíces con figuras de hombres que especulan uno y otro: al pie se halla el número 1066, lo cual acaso indicará el tiempo en que vivió el autor. Lo estima como alhaja muy rara el religioso boticario fray Salvador Vilella, sujeto muy versado en la botánica y farmacia, de cuyos conocimientos sé que se han servido muchos botánicos célebres de la nación.
No quise, ya que estaba entre estos montes, dejar de visitar el monasterio llamado de Escornalbou. Grandes trabajos pasé en este crucero con los extravíos y recio temporal. Todo lo di por bien empleado por ver con mis ojos la industria de estos naturales, la cual excede en mucho a la de los que viven en las llanuras de Tarragona. El terreno es quebrado, y apenas hay lugar en lo hondo de los barrancos para los pueblos que allí están fundados. De donde suben hasta la cima de los montes inaccesibles al arado, a plantar y cultivar con gran peligro los viñedos más hermosos que se puedan imaginar. Después de seis horas de camino de un continuo viñedo llegamos a Escornalbou, convento situado en la cresta de un alto monte, de donde se descubre todo el campo de Tarragona y las islas de Mallorca e Ibiza. Sirve hoy de seminario de misioneros de los padres Observantes de San Francisco.
La vida santa que allí se vive, con el desprendimiento que a esto suele acompañar, es la causa de no haber encontrado las noticias que buscaba acerca de la fundación primitiva de canónigos reglares en el siglo XII. Dijéronme que el original de la fundación y donación estaba en el convento de la misma orden de Terrasa; pero sin verlo, no puedo salir de las dudas que manifesté en el Archiepiscopologio de Tarragona. Entre tanto sepas que se conserva buena parte de los edificios antiguos, singularmente la iglesia entera, que es toda del siglo XII, y bien pudo servir de fortaleza, según la intención del fundador (a: Ap. núm. LI.).
La consagró el Arzobispo Don Pedro de Albalat en 1240. El nombre primitivo de este lugar era Scornabous (Cornubovis y variantes); el cual acaso tuvo otro origen que la fragura y aspereza del sitio, y lo expuesto que es en algunos puntos a despeñarse el ganado. En la entrada del monasterio se conserva un arco sólo, arruinados ya los edificios que sostenía, en cuya cima se ve de relieve una gran figura de buey sin astas (bovis : bou : buey; cornu : cuerno).
De vuelta a Tarragona vi la gran villa de Reus, algunas de sus fábricas, su elegante paseo, y en esto y otras cosas conocí con cuanta razón se celebra la industria de sus vecinos y naturales, y lo activos que son en el comercio, en que tendría harto que examinar, si fuese cosa análoga a mi objeto. Con esto he concluido mi viaje por lo tocante al principado de Cataluña. A Dios. Tarragona, etc.