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Los alicates son pequeñas pinzas o tenazas de acero con brazos encorvados y puntas cuadrangulares o de forma de cono truncado. Estas herramientas manuales y multifuncionales se utilizan en el sector de la electricidad y el bricolaje para realizar tareas como sujetar objetos menudos, torcer alambres, chapas delgadas y similares.
Origen y evolución
Los alicates se inventaron en Europa hace más de 4000 años para manipular el hierro caliente en el proceso de forjado. A lo largo del tiempo, el diseño de los alicates ha evolucionado para adaptarse a diferentes tareas y aplicaciones. Hoy en día, existen más de 15 tipos de alicates distintos, cada uno con su uso específico.
Características y usos
Las partes que tienen en común todos los tipos de alicates son:
La cabeza, con las mordazas o pinzas.
La zona de articulación, con el tornillo de sujeción.
El mango.
Los alicates se utilizan para:
Sujetar objetos menudos.
Torcer alambres y chapas delgadas.
Cortar materiales.
Aplicar fuerzas de pliegue y/o torque.
Realizar tareas en electricidad y fontanería.
Tipos de alicates
Entre los tipos de alicates más comunes se encuentran:
Alicate universal, con cortador incorporado
Alicate de punta fina, para sujetar piezas pequeñas o acceder a lugares recónditos
Alicate regulable, que se puede adaptar a objetos de diversos tamaños
Alicate especializado, diseñado para tareas específicas como alcanzar elementos de difícil acceso
En resumen, los alicates son herramientas versátiles y multifuncionales que se utilizan en varias tareas y aplicaciones, desde la electricidad y la fontanería hasta el bricolaje y la reparación de objetos.