
El oso polar, también conocido como oso blanco, es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los osos (Ursidae) y es uno de los carnívoros terrestres más grandes del planeta.
Es el único superdepredador del Ártico y depende del hielo marino para cazar focas, su principal fuente de alimento, así como para descansar y reproducirse.
Su nombre científico es Ursus maritimus.
Oso polar: Es un mamífero carnívoro que habita en la región polar, específicamente en la zona del polo norte. Es uno de los carnívoros más grandes del planeta y se caracteriza por su pelaje blanco, que le permite camuflarse en el entorno helado.
Hábitat: El oso polar vive en todas las aguas cubiertas de hielo del Ártico circumpolar y depende del hielo marino para su supervivencia.
Características: Cuenta con una gruesa capa de grasa corporal y un recubrimiento a prueba de agua que lo aísla del frío. Es un talentoso nadador y puede mantener un ritmo de seis millas por hora (9.6 kph) remando con sus patas delanteras.
Alimentación: Se alimenta principalmente de focas, aunque también puede consumir peces, huevos de aves marinas y restos de alimentos de las colonias humanas.
Conservación: El oso polar se encuentra en situación de conservación vulnerable debido a la pérdida de su hábitat por el cambio climático, la caza insostenible y los impactos de la industria.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que hay entre 22.000 y 31.000 osos polares en estado silvestre.