En mi barrio hay dos talleres

En mi barrio hay dos talleres, uno que nunca te hinchaba la pelota cuando eras crío, el otro donde siempre cambio ahora los neumáticos.
 
En mi barrio hay dos talleres, uno que nunca te hinchaba la pelota cuando eras crío, el otro donde siempre cambio ahora los neumáticos

Los neumáticos son elementos esenciales en los vehículos que garantizan el contacto directo con el terreno y permiten su movimiento. Se trata de una pieza de caucho que se coloca sobre las llantas de las ruedas, y pueden contener una cámara de aire en su interior. Su función principal es proporcionar un contacto óptimo con la superficie gracias a la adherencia y la fricción.

Un neumático consta de varias partes que trabajan juntas para asegurar su rendimiento y seguridad:

Talón: Zona en contacto con la llanta. Su función es sujetarlo de una forma segura.
Carcasa: Parte fundamental que le da robustez y forma al neumático.
Aislamiento interior: Su función es aislar el aire contenido dentro del neumático.
Protector: Su objetivo es proteger la carcasa, absorbiendo los impactos externos.
Banda de rodadura: Zona en contacto con el suelo, compuesta por una capa de caucho gruesa.
Flanco: Parte lateral del neumático que protege la carcasa y absorbe las imperfecciones de la superficie.
Hombro: Situada entre la banda de rodadura y el flanco, contiene la capa de caucho más gruesa y disipa el calor acumulado durante la conducción.
Según su construcción, los neumáticos pueden ser de tres tipos:

Diagonales: Las capas empleadas en la fabricación se apilan de manera diagonal, aportando una mayor rigidez aunque también algo de inestabilidad.
Radiales: Las capas están dispuestas en línea recta, unas sobre otras, aportando mayor rigidez y estabilidad.
Autoportantes: La disposición en línea recta de las capas de material también se produce en los flancos, dotando de mayor resistencia a la cubierta.
Los neumáticos tienen varias funciones importantes:

Soportar el coche: los cuatro neumáticos soportan el peso del vehículo.
Absorber las irregularidades de la carretera: el aire o nitrógeno de los neumáticos actúa como un muelle, aumentando la comodidad.

Transmitir la tracción y las fuerzas de frenado: gracias a los neumáticos, se puede conducir y detenerse.
Mantener y cambiar el sentido de la marcha: los neumáticos delanteros determinan la dirección mientras que los traseros dictan la estabilidad.

Proveer de suspensión adicional al vehículo: absorben los impactos de la carretera de una forma parecida a como lo hacen los amortiguadores.

Es importante mantener una presión adecuada en los neumáticos y revisar regularmente su estado para garantizar la seguridad durante la conducción.