Las croquetas son un plato originado en la gastronomía francesa que consiste en una porción de masa hecha de una salsa densa como la bechamel y un picadillo de diversos ingredientes, que ha sido rebozada en huevo y pan rallado, y frita en abundante aceite.
Esto le proporciona una textura crujiente y un color dorado. Generalmente son saladas, tienen forma ovalada y se sirven calientes como entrante o guarnición, aunque también existen croquetas dulces que se sirven como postre.
El nombre “croqueta” proviene del verbo francés “croquer” que significa “crujir“, y su diminutivo “croquette“.
Su origen se remonta al siglo XVII, cuando se publicó la primera receta en el libro de cocina “Le cuisinier roial et bourgeois” de François Massialot en 1691.
Sin embargo, las croquetas que conocemos hoy en día se perfeccionaron en España, donde se adaptaron a los sabores y preferencias locales, incorporando ingredientes emblemáticos como el jamón ibérico y el bacalao.
En España, las croquetas son muy populares y versátiles, y se pueden hacer con una amplia variedad de ingredientes, como jamón, bacalao, pollo, espinacas y queso, entre otros.