huerto ecológico, Jaime Giner Guimerá, huerta mayor

huerto ecológico, Jaime Giner Guimerá, huerta mayor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

huerto ecológico, Jaime Giner Guimerá, huerta mayor

 

 

 

 

 

 

 

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El huerto (o huerto de verduras y hortalizas) es una siembra de reducidas dimensiones y de cultivo intensivo con la finalidad de cosechar alimentos para el consumo familiar.​ Tiene su origen en el huerto tradicional europeo de pequeña extensión y por lo general dedicado al consumo familiar o la venta al por menor,​ síntesis de las culturas mediterráneas septentrionales (griega, romana y bárbara) y las meridionales (egipcia, mesopotámica y luego musulmana) del tipo conocido en italiano como «giardino dei simplice», o pequeño huerto doméstico.

La alimentación humana se basó en un primer momento, durante el período Paleolítico, en la recolección de comestibles de origen vegetal que crecían de manera espontánea en la naturaleza y en la obtención de alimentos de origen animal a través de la caza, la pesca y otras técnicas. El desarrollo del cultivo de cereales en la evolución humana marcó la separación entre el Paleolítico y el Neolítico, dio origen al desarrollo de la vida sedentaria de los seres humanos, al surgimiento de los primeros pueblos y a la independencia de los obstáculos que la naturaleza le imponía a la obtención de alimentos (límites creados por las estaciones, el clima, las distintas épocas de cosecha, problemas de almacenamiento de alimentos, etc.), ya que los cereales pueden almacenarse para ser consumidos cuando se necesiten. No solo se desarrolló la agricultura propiamente dicha, sino una serie de técnicas que acompañaron el gran salto que implicó la Revolución Neolítica como son la creación de viviendas, caminos, utensilios diversos (arados, cestería, objetos y vasijas de cerámica, etc.) y que dieron origen a la creación de un modo de vida sedentario que contrastó con la larga historia nómada de los seres humanos.

Los ejemplos de horticultura intensiva más antiguos se producen en Mesopotamia, llegando a planteamientos monumentales como los Jardines Colgantes de Babilonia. Resulta complicado recopilar una síntesis de los jardines domésticos de vegetales a lo largo de la historia, ya que varían mucho en cuanto a sus características, escala de la producción, técnicas empleadas, vegetales cosechados y, sobre todo, finalidades o propósitos de las mini-parcelas ya que, a pesar del pequeño tamaño de este tipo de explotaciones pueden servir para algo más que un complemento de los vegetales de consumo diario en el hogar y pueden ser muy rentables, sobre todo cuando se dedican a flores o plantas de jardín y hasta viveros.

Este primer ejemplo de agricultura intensiva (poco espacio y escasos recursos, pero gran cantidad de mano de obra con respecto al tamaño de la explotación) tuvo una evolución similar a escala mundial, pero con variables locales y regionales con relación a los tipos y técnicas de cultivo, plantas empleadas, necesidades locales y regionales, disponibilidad de agua y otros recursos, clima, etc. Es el nacimiento de la horticultura, de la jardinería útil, del proyecto inicial de todas las viviendas rurales en todo el mundo, de la economía complementaria del habitante del pueblo o de la ciudad y, al mismo tiempo, una verdadera escuela agrícola de pequeña escala, en la que se desarrollan de manera empírica (principalmente), las técnicas agrícolas más avanzadas que se conocen sobre el cultivo intensivo.

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