MEDICINA DE PECCAT. LA MEDICINA DEL PECADO.

/ La ´y dedico al apotecari de Valderrobres, Alejandro Romero Rivases , cantarín de un grupet de música que SE diu LOS draps (bruts) /

LA MEDICINA DEL PECADO.

Este poema lo escribió Raimundo en Mallorca en el mes de julio del año 1300, y es el mismo que algunos mencionan con el nombre de Libro o tratado sobre la contrición, confesión, satisfacción, tentación y oración que, según el autor expresa en su introducción, son la medicina o ungüento para sanar el alma de la enfermedad de la culpa, forman el camino de la salud, y dan fortaleza al ánimo para que pueda levantarse el hombre caído en el abismo de la muerte del pecado.

Divídese pues el tratado en cinco partes. En la primera, que es la de contrición, habla del amor que arranca al corazón el llanto del arrepentimiento; del temor que hace amar a Dios y anhelar al pecador el perdón de sus culpas; del dolor que ayuda a vencer el pecado; del valor sin el cual nada vale el hombre; de la elección que debe este hacer entre el bien y el mal; del arrepentimiento con el cual se alcanza la divina misericordia y el perdón; de la culpa que llena el corazón de mortal tristeza; de la fuerza que impele u obliga nuestra voluntad; de la desobediencia al Criador, que hace al hombre vil en todo; de la vergüenza que debe refrenar la voluntad cuando el alma se siente inclinada a hacer mal; de la mentira que arrebata el reposo al hombre haciéndole estar inquieto como la hoja del árbol agitada por el viento; del engaño que se engaña a sí mismo olvidando que un día la lealtad habrá de juzgarle; de la crudeza que es la mayor enemiga del hombre; y de la desesperación que es el infierno del alma. Habla de los males del perjurio; de la infamia, dice que ocasiona grandes daños, porque el calumniador no puede restituir la honra a la persona infamada por la calumnia; de la excusa, que es ineficaz para sanar al alma enferma; de la impaciencia, que borra de la memoria los efectos de la contrición; de la deslealtad, que aleja para siempre el corazón de Dios; y del descanso que apetece el hombre en este mundo más que la gloria eterna. Al ocuparse de la ociosidad, recuerda que la vida es el camino que nos conduce apresuradamente a la muerte, y que al llegar a esta no puede el hombre alegar mérito alguno si no ha practicado con diligencia el bien; dice que la sensualidad se convertirá en dolor en la otra vida; y después de ocuparse de los pensamientos inútiles, de las palabras vanas y perjudiciales, y de las obras o acciones viciosas, origen y ocasión de tantos males, hace mención de las tortuosas sendas que nos ofrece la vida y que debemos evitar para llegar al buen fin que deseamos. Luego trata del corazón, de la imaginación, del modo de recobrar el bien perdido, del mal ejemplo, de la discreción y del olvido.

En la segunda parte que es la de la confesión, trata de Dios, confesándose pecador a su unidad, a su trinidad, bondad, grandeza, eternidad, poder, sabiduría, voluntad, virtud, verdad, gloria, justicia y misericordia, y por último a su divina humanidad, a su gloriosa pasión y a su excelsa señoría. Luego se dirige a la Santísima madre del Salvador, a la que hace símbolo de la santidad, de la alteza, de la nobleza, de la virginidad, de la constancia, de la humildad, de la esperanza, de la maternidad, y de la piedad; y concluye ocupándose de los ángeles, de los profetas, de los apóstoles, de los mártires y de los confesores, para que intercedan por el perdón de sus pecados.

En la tercera parte del tratado, que es la de satisfacción, dedica un capítulo a cada uno de los diez preceptos del decálogo, extendiéndose en consideraciones de la moral más pura, deshaciéndose su corazón en piadosas lágrimas y elevando su alma a las regiones de la oración más fervorosa. Después dedica del mismo modo otro capítulo a cada uno de los cinco sentidos corporales, otro al don de la palabra, en el cual cita a su tratado sobre los Cien nombres de Dios, otro a la imaginación, otro a cada una de las potencias del alma, otro a cada una de las virtudes cardinales y a cada una de las teologales, y a la castidad, humildad, diligencia, lealtad y paciencia.

La cuarta parte que es la que se ocupa de la tentación, es la más extensa del vasto poema. Empieza tratando del ángel bueno y del ángel malo, y después de haber discurrido sobre la Esencia de Dios, dedica un largo capítulo a su santísima Trinidad (1) en donde aduce larga copia de sólidas razones para probar este incomprensible misterio. Extiéndese después en extensas consideraciones sobre la creación, deshaciendo los sofismas que levanta contra ella la tentación del maligno espíritu; practicando lo mismo con respecto al misterio de la encarnación. Afirma luego la fé y creencia del cristiano en los tormentos que sufrió el Salvador en su acerbísima pasión y muerte, extendiendo más adelante sus consideraciones a su gloriosa resurrección. Habla asimismo razonadamente de la eucaristía, y de las llaves del reino de los cielos entregadas por el Redentor a san Pedro, elegido para que fuese la piedra angular de la Iglesia, a lo cual añade algunas consideraciones sobre la muerte. Se ocupa seguidamente de la tentación en el ver, en el oír, en el oler, en el gustar, en el tocar, en el hablar, en el imaginar, en el memorar, en el entender y en el querer; y concluye tratando en capítulos separados de lo que llama las diez razones naturales del hombre, que enumera con los nombres de bondad, grandeza, duración, poder, virtud, verdad, gloria, belleza, libertad y perfección.

(1) De este capítulo, incluido en el poema que nos ocupa, tenemos una copia manuscrita por separado. Algunos le consideran por sí solo con un opúsculo aparte: en varios catálogos le vemos continuado con el titulo de Dictado sobre la Trinidad.

Forma la quinta y última parte del poema el tratado de Oración, que D. Nicolás Antonio continúa en su catálogo como una obra distinta y separada. Divídese en nueve capítulos. El primero trata de la esencia de Dios eterna e infinita, a la cual debemos pedir misericordia y perdón, porque en ella hay un inmenso tesoro de caridad, bondad, poder, virtud, amor, sabiduría, verdad, gloria y grandeza. El segundo trata de las preces que deben dirigirse a Dios, de donde emana Dios y de quien es Dios; al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, que son de un ser infinito, de una bondad, de una grandeza, de un poder, de un amor y de una sabiduría eternas; a Dios en quien no cabe culpa ni nada que sea limitado y temporal o perecedero; padre de sí mismo, y cuyo origen no puede imaginarse porque es inconmensurable; y de la humildad con que a Dios debe dirigirse el hombre vestido de podredumbre y pasto de gusanos. En el tercero adora a Dios, por quien es todo cuanto en el universo existe, bueno por su bondad, eterno por su eternidad, sabio por su sabiduría, amoroso por voluntad, virtuoso por su virtud, verdadero por su verdad, Dios por su deidad y glorioso por su gloria; cuya bondad vale más que todo el bien que ha criado y cuyo amor es tan grande, que aunque lo desamemos, no deja de amarnos ni nos quita nada de su amor. En el cuarto, que titula de la Oración de cantidad, dice que debemos multiplicarla con la bondad y la razón, la virtud y la perfección. En el quinto se ocupa de la Oración de cualidad, que concluye con este hermoso pasaje:
– Quiero esforzarme á ser bueno por el amor, y dolerme de mis culpas, pues mi Dios así lo desea; quiero deshacerme en llanto y suspiros para amar y arrepentirme, porque con el amor y el arrepentimiento puede el pecador alcanzar la divina misericordia. ¿Quién sino él ha podido nunca crear cosa alguna ni perdonar el pecado? ¿Quién sino él puede destruir el mundo con un soplo? ¿Quién sino él puede hacer florecer los campos, granar las sementeras y hasta resucitar al muerto? ¿Quién sino él da gloria y, esplendor al cielo? ¿Dónde hay amigo más fiel y verdadero? ¿Quién sino él puede salvar al hombre, derramar la lluvia sobre la tierra, y hacer relumbrar los relámpagos en el espacio?
¿Quién sino él puede llamarse Señor poderoso y Rey de emperadores, que lanza a los condenados a un abismo de fuego eterno? Únicamente él es quien puede hacer cuanto digo, aquel que es Dios de amor, aquel ante el cual caigo postrado, y a quien ruego me dé el premio a que aspiro y me perdone las culpas de que me arrepiento.” –
En el capítulo sexto trata de la oración que llama de tiempo, el cual dice que no existe para Dios porque es eterno, exclamando más adelante. -“Ah, Señor! ¿por qué no me fue dado vivir en aquellos días en que nacisteis, para poderos ver tierno niño, echado en humilde lecho, sin que vuestros escasos pañales bastasen a cubrir la desnudez en que estabais, vos tan poderoso y rico de bondad? ¿Cómo me hubiera enamorado de vos si hubiera podido veros, tocaros y abrazaros, humillando mi necio orgullo al mirar el rey del cielo yacer en tan pobre cuna! ” – ¡Cuándo vendrá el tiempo en que el hombre os amará, honrará y servirá, sufriendo toda clase de trabajos, más para dar ejemplo de buen pastor que por honra propia y de su pariente! – Malhadado es el tiempo en que vivo, puesto que no lo empleo en serviros, Dios mío, a pesar de que veo adelantarse la muerte paso a paso, sin saber la hora en que llegará ni si alcanzaré vuestro perdón.”
– El capítulo séptimo se titula de Oración de lugar, en el cual dice, que Dios está en todo lo criado y que cree en él, le ama y le adora; que el cielo imperial es lugar de gloria, de valor inconcebible, en donde habita el celeste coro que rodea el trono esplendente de Jesús, y el de su madre la virgen María que está junto al de su hijo; que Jesús con su claridad eterna llena de tanto resplandor al cielo, a los ángeles y a todos los bienaventurados, que Dios no puede crearlo mayor; que adora el rey del cielo y pide a los santos intercesores que rueguen al Señor que le vista de eterna y vívida luz en el paraíso; implora el martirio por amor a Dios, y anhela la suerte que cabe a los que mueren por él. Añade que el rostro divino de Jesús es lo mejor que pudo crearse, porque viéndole se satisfacen todos los deseos; que su palabra llena el cielo de dulzura y de una armonía arrebatadora; y por último hace de los goces eternos del cielo una relación tan bella, como es terrible la de los tormentos del infierno con que da fin al capítulo. En el octavo trata de las condiciones de la oración y de los objetos en que el hombre debe tener puesta su imaginación al orar, para enamorarse más de Dios. – “Imagine el hombre al orar, dice, el dolor que Cristo padeció en la cruz y al pie de ella la amargura que sintió su Santísima Madre. – Imagínese a Dios sentado en su celeste trono, rodeado de todos los santos y de todos los fieles bienaventurados; y después de haber suspirado y vertido un raudal de lágrimas, eleve a la más grande altura su entendimiento, su amor y su memoria; póngase en silenciosa y profunda meditación, cierre sus ojos y sus oídos y tenga tan embargado su pensamiento en los misterios de la divinidad, que otra cosa no considere, ni otra cosa desee más que Dios. Ame a su criador por su bondad, no por los beneficios que de él recibe, no por el perdón que le otorga de sus culpas, no porque le libra de los tormentos eternos del infierno.”
Y por último el capítulo noveno se ocupa de los medios de que se ha de valer el hombre para orar. Dice que debe hacer oración con la boca pidiendo a Dios perdón, hablando de Dios, y enumerando sus excelencias; a lo cual añade, que se adora a Dios no dando abrigo en el corazón más que a los buenos deseos; haciendo limosna y absteniéndose de toda acción vil y censurable; elevando su entendimiento en alas del amor y del saber; olvidando la pasada culpa; amando la castidad; suspirando llenos los ojos de lágrimas contritas, y amando a su Criador más que a sí mismo; y concluye sometiendo humildemente el tratado a la debida corrección por las faltas o errores que acaso contenga, y dedicándole a la Virgen María.
Este vasto poema está lleno de máximas saludables, de bellos conceptos y de profundos rasgos. Si aquí se remonta a las sutilezas de la más alta teología o en las regiones de la moral más pura; allá vuela el poeta por la atmósfera de la imaginación y de la poesía, ostentando siempre una dicción tan pura y una versificación tan fácil de que no pueden ofrecerse muchos ejemplos en la literatura lemosina de últimos del siglo XIII.


MEDICINA DE PECCAT.

Deus, ab vostra gran pietat,

Fás medicina de peccat.
——–

Contricció, confessió,

Encara satisfacció,

E la bona temptació,

E oració exament,

Son medicinaongent

Contra peccat e falliment:

E d’ estas sinch fás est tractat,

Lo qual vull que sia rimat;

Car mils pòt esser decorat.

E est tractat est depertit,

Segons que demunt havem dit;

E sia pe ‘l Sanct Esperit

Donat e per mant hom sabut,

Car carrera es de salut:

E leva tot hom cahút

En peccat de la mala mòrt,

Si lo tractat ama molt fòrt,

E aporta gaug e confort.


De la primera part de est libre,

qui es de contricció.


I.

D’ AMOR.


¡Ah bon amor! ¡E per qual tòrt

Qu’ eus haja fayt a mala mòrt

Ma acusat la mala amor,

Qul’ m fá estar xi peccador,

Qu’ eu pauch no son desesperat?

Car home qui es en peccat

E qui mal amor lo pres,

Sens contricció no fá res.

¡Ah bon amor: ¿porets me dar

Contricció de mon mal far,

Per ço que fuja mal amors

Qui procura plòrs e dolors,

E ‘n infern mal tots temps haver,

Per ço car fan a son voler?’

¡Ah bon amor! tant mal me sent,

Car vas vos hay fayt falliment

Mòrt só si de mí nous sové,

E que venga a vostra mercé.


II.

DE TEMOR.


Temor d’ amor fine, leyal,

Contricció en vostr’ hostal

Es medicina de dolor

Qui fá plorar li pecador

Per la pahor qui res no val,

E tots los seus gita a mal;

E car vas vos fá tant d’ engan,

No ‘m tench per seu d’ aqui avan,

E maldich lo jórn que l’ ampres (1);

Car li Senyor de tot quant es

No hay tant temut, còm lo mon

Qui de null bé no ha ahon.

¡Ah temor d’ hom enamorat

Qui tem e plora son peccat!

A vos deman contricció

Ab qui puscha trobar perdó,

E qul’ m faça sovén plorar

Los meus peccats e Deus amar;

E qui vos no há, res no val,

Ni fá d’ amor son còr hostal.


III.

DE DOLOR.


¡Ah! còm es douça la dolor

Que sostenon li peccador,

Quant serveixen contricció

E de peccats queren perdó!

¡Ah dolor de bon’ amistat!

Aydatsme a vençre lo peccat

Qui mi ha vençut tant espes;

Car al rey qui per mí mòrt pres
E’ s fó per mi home carnal (2),

Son estat fals e desleyal;

Car no havia greu dolor,

Quant vehía la deshonor

Que li fahien li malvat

Qui son per éll tant fòrt honrat.

¡Ah dolor d’ hon venon li plor

Qui plaen a nostre Senyor!

Venits ab tal contricció (la tilde no se ve, pero se haya varias veces escrito con tilde ó)

Perque puscha trobar perdó;

E faytsme doler tant sovén

Que tots jorns estía temén.

IV.

DE VALOR.


¡Ah! ¿Qué val sovén Deu pregar

Que peccats vulla perdonar

Si hom no ha contricció?

¿Qué val a procurar perdó?

Contricció, pus tant valets

Contra peccat, tot me prenets,

Lo cor e ‘ls uylls e li sospir;

Car li plòr me farán ausir

Sus en lo cèl al creador,

Qui ‘m trametrá per vostr’ amor

Sajus pietat e perdó,

E una tal devoció

Que no pòt qui la ha fallir,

E pòt hom tot peccat delir.

Contricció, vostre valor

Fá valer home peccador,

Qui sens vos en res no val,

Ans está digne de tot mal:

E qui vos ha está complit

De virtut e Sanct Esperit.

V.

DE ELEGIMENT.


Contricció, quius ha electa

Bé pòt estar a cara dreta

Devant la crotz querre perdó;

Car ja Deus no dirá de

A null home si ‘s vostr’ amich.

Contricció, a vos ublich

Lo còr a sovén suspirar,

E’ ls uylls a lágremes gitar;

E eleyg vos contra peccat

E dona de ma volentat;

E vull vos esser tant sotsmes,

Que sens vos no préch Deus de res.
E pus vos som si obligat,

Procuratsme tal pietat

Que sia elet ab los salvats,

E de los libres dels dampnats

Sia dampnat, hon son escrit

Aytantas vets com hay fallit.

Ah! ¡Cóm es fòl e pauch de sen (seny)

Qui lexa ‘l bé e lo mal pren!

VI.

DE PENEDIMENT.


Contricció, penediment

Sots quant home fá errament

Contra Deu, e ha gran dolor

E penetse fòrt per s’ amor.

Si sovent, vos, contricció,

Me donavets compulsió

Al còr, tement fòch infernal,

Ja no faria tant de mal,

penedirmia soven

Quant faria lo fallimen.

Penediment, cell quius haurá

Apres lo mal que fayt haurá,

Vos estarets losanament

Contra ‘l peccat, e mantinent

Serán en él suspir e plor

E s’ acusará peccador (3).

Penediment, contricció,

Aportatsme de Deu perdó,

Car tot lo meu còr vos sotsmet;

Velvos á des ¡é qu’ es penet!



VII.

DE FALLIMENT.


Contricció, mercé vos rent,

Car me fayts estar tant dolent

Del greu falliment que hay fet,

Car per vos, dona, me’ n penet,

Car hon mays vos volets dar

A mon còr, mays me fayts plorar

E sanar de mon falliment,

Per qui ‘m fayts trist e penedent;

Lo qual penedir e tristor

Me fan gitar suspir d’ amor,

Perque mi fayts acordament

De tristor e d’ alegrament,

Lo qual atorch, am e desir;

Car falliment no ‘m pòt venir

Quant só enaxí meytadat,

Car si ‘m vòl alegrar peccat,

Tristor m’ ajuda encontinent,

E si ‘s fá bò alegrament;

Car tristor me vòl enganar

E vòl que no puscha amar.

VIII.

DE OBLIGAMENT.


Si com home enamorat

Qui obliga a son amat

La libertat de son voler

En servirlo a son plaser,

Hay obligada a peccat

La mia francha volentat,

Tant que n’ está en servitut

E per Deu ne son mal volgut;

Car él me doná libertat,

Per ço que no l’ amás forçat,

Car força d’ amor no val res.

E car eu mateix me son pres,

No pusch exir de mon peccat

Si Deus no ‘m rent la libertat

Que ‘m dona ab contricció

De còr, ab tal compulsió

Que tot m’ ho tenga per fallit,

Clamant: – Mercé, Sanct Esperit! –

Ab còr contrit, enamorat,

Qu’ él me renda ma libertat.

IX.

DE DESOBEDIENCIA.


Desobeir a son senyor

Qui ‘s vòl servir a bon amor,

Es desobeir descortes,

E fá hom vil en tota res.

Vil suy eu, donchs, qu’ hay obeit

A senyor de mal esperit,

Qui ‘s vòl servir a mal amor,

Qui ‘n infern met son servidor;

Perqu’ eu me tench molt per falit,

Car a mal senyor hay servit;

E si no ‘m val contricció

Qui de Deu m’ apòrt gran perdó,

Estaray de tot bé faydit,

E de tota pena vestit.
Contricció no ‘m pòt valer

Si ‘n mon còr no hay gran doler,

E tan gran qu’ en git mant suspir, (git : expulso, arrojo; mant: mucho, muchos, a manta)

E que ‘m ublich a Deu servir (oblich, oblic, oblig; obligo)

Tant, que mala occasió

No faça vas él falió. (fallió)

X.

DE VERGONYA.


Qui ha vergonya de far bé,

Ha vergonya que no val re.

E aquel es desvergonyat,

Qui ha plaer en fer peccat;

Perqu’ eu son trist e vergonyos

Com hay estát tant viciós

Contra vergonya, qui ‘s donada

Per ço que ‘n sia refrenada

La volentat quant vòl far mal.

E per ço vergonya moral

Es a home bona virtut,

Perqu’ eu me tench per desçebut; (decepcionado; decebut)

Car ab vergonya no ‘m tinch pres

Tant fòrt que no falis en res;

E virme a contricció,

Penedent de la falió,

Ab tal compulsió de còr,

Que àm mays vergonya que òr; (am; amo; mays : más : mais)

Car vergonya fá consirar (considerar)

Lo mal ans que hom lo vulla far. (lo quiera hacer; far : fer : facer : hacer : facere)

XI.

DE MENTIR.


Si com la fulla qui p’ el vent

Atotas parts está movent,

Está movent hom mentider;

Car falsia ‘l en poder,

Contra veritatleyaltad.

E car mentider son estat,

Hayne ‘l còr molt gran dolor;

Perque ‘l prech qu’ als uyls me dó plor

Que sia douç, gran e amar,

E que no cés de suspirar;

Douç sia per querre perdó,

E amar per contriccio. (Encontramos palabras con tilde y sin tilde)

E vos, boca, cerrats las dents, (cerrats : cerrad; tancar; las, plural femenino occitano)

Tant que mays no siats mintents.

E vos, dona contricció,

Senyoretjats tant ma raysó (razón; rahó, raó)

Que ‘n totas mes parts sia pres

E a veritat tot sotsmes;

E faytsme veritat servir,

E enemich de tot mentir.



XII.

DE ENGAN.


Ab engan! ¡Qué vos enganats! (engany; engaño; enganats : engañáis : enganyeu)

Per leyaltat serets jutjats (serets → sereu, sireu; seréis)

A un tant greu costreyniment, (constrenyiment, la yn : ny se encuentra a menudo : ayn)

Que tots n’ estarets en turment; (estarets → estareu; estaréis)

E es gran dret que ho façats (façats → faigáu, faigau, faiguéu, faigueu; hagáis)

Car vos mateix vos infernats.

¡Ah, las! a mi mateix menaç, (menaç : amenazo; mi, mí se encuentra con y sin tilde)

Car eu estar en aquel cas, (ego : eu : jo : je : yo : io, etc en lenguas romances // aquell)

son aquel enganador (eu son : jo som ; yo soy; jo sòc; yo soc; ego sum; eu sunt)

Qui hay enganada valor (hay : haig : he)

En tot ço perqu’ enno val;

Car de mon còr fayt hay hostal (he fet, hay fet; he hecho)

A engan e a trayment, (traició, traycio, trayció; traición)

Perque a leyaltat me rent

Ab contricció e ab plòr (plor : lloro – sustantivo; también yo lloro; plorar : llorar)

Com a home gran peccador.

E vos, leyaltat, no perdets (1) (perdeu, perdéu; perdéis)

Si de mí pietat havets, (tenéis : haber y tener; havéu, haveu; teníu, teniu)

faytsme estar home legal (me fayts : me feu, féu; me hacéis + ser, estar)

E enemich de tot fayt mal. (fayt : hecho, fecho antiguo : mal + fet, malifeta)



XIII.

DE CRUELTAT.


¡Ah crueltat!

Tant fòrt hay errat

Per la vostra mala amistad! (amistat; todavía se encuentran palabras con d final)

E quant consir (considero)

Qu’ hòm vos fá mal servir

E hòm s’ enper vil tenir, (tener; tindre, tenir)

Molt me penet, (me arrepiento; “em penedeixu” según Pompeyo Fabracap de fava)

Car per vos hay nelet,

coven me ‘n estar a dret (me conviene; me convé, me cové, covén)

De jutjament,

E ja acorriment

De vos hauray mas noyment.

Contricció,

Estatsme ‘n a raysó

A una tal compulsió

De còr amar

Ab suspirs e plorar,

Que crueltat puscha sobrar. (pueda; puxa; pugui; pugue; puxque, pusque, etc.)


XIV.

DE DESESPERAR.


Jens no ‘s cové (5) (gens : en absoluto, nada; no conviene en absoluto)

Que ço qui de no re

Es vengut, hom hage gran fe,

E en lo bé

Qui es estat ja se

Hom haja desesper de re.

¡Ah desesper,

Qui fayts infern haver!

Ja nous pogués en mi saber.

¡Ah penedir
Que fayts suspirs exir (exir : salir)
Del còr, éʻl cors fortment languir! (cor: corazón, coraçon, coraçón: coração, cuore, coeur)

Faytsme doler

A tot vostron poder; (vuestro; vostre)

Car hanc hay haút desesper (aunque he tenido desesperanza)

Per mon peccat

De la gran pietat

D’ aquel Senyor qui m’ ha creat.



XV.

DE JURAR.


¡Ah de jurar!

E còm fá mant mal far!

E majorment quant perjurar

Fá a scient

Lo mon mintent

Per un pauch de cobejament

Qui petit val,

E fá esser gran mal
Quant hom jura “si Deus me sal”

O ‘l cap de Deu”

¡Ah falliment tan greu!

Tant home fayts esser romeu

A mala mòrt,

E estar en tal pòrt

Hon ha tots temps mal sens conòrt!

Contricció,

Faytsme querre perdó

Dels juraments hon perjur . (sòc, soc; soy perjuro)



XVI.

DE INFAMIA.


¡Ah! tant mal fá

Qui a tòrt afamá

La persona qui virtud ha;

Car satisfer

No li pòt per haver,

Porqueu deig gran ira haver;

Car blastomament (blasfemia)

Per la gola mintent (mintiendo por la garganta: garganchón: cuello; gola también gula)

Contra mante femma valent

E hom leyal,

Hay donat, perque mal

Greu e pesant eviternal (sempiterno)

Ne dey portar,

Pus no pòt recobrar (pues; también usa donchs y derivados)

Fama bona cell qu’ afamar (disfamar, quitar la fama, a + famar)

Fás contra ver.

Si no ‘m donas doler,

Contricció, no hagré esper.



XVII.

DE ESCUSACIÓ.


Jens escusar

No pòt home sanar,

Ans fá ‘l peccat montiplicar, (multiplicar)

Si contra ver

Hom vòl escus haver,

Perqu’ eu n’ hay en mon còr doler;

Car falsament

Hay fayt escusament

De mon mortal greu faliment; (falliment; “de mi mortal grave fallo”)

Perque mes greu
Que de ma colpa leu

Nuyl temps la gran ira de Deu;

Donchs quer perdó

E ajut te contricció

Qui delex escusació

Quant es en plor,

E dona ‘l còr dolor

E humilia lo senyor.



XVIII.

DE IMPASCIENCIA.


Impascient

No ha remembrament

Del piadós recorriment,

Que passió

Fá ab contricció

A hom qui demana perdó;

Donchs, pascient

Ateñy perdonament (la ñ en tiempos de Ramon Lull, aproximadamente 1300)

Quant ama haver languiment

Per son nalet;

E car de si fá dret,

Pasciencia ‘l tan dret,

Que tot tòrt vens

E nulla re vivens

No ‘l pòt forçar a ponimens; (puniments : punir; castigos : castigar)

Perqu’ eu m’ en , (porque yo me los doy; dó : dono : doy; dó también don; verbo dar)

Per dret a passió,

E ajutme contricció.

XIX.

DE DESLEYALTAT.


Desleyaltat,

Qui ha vostra amistat,

Ja no será per Deu amat;

E qui vos vòl,

Durará tant co ‘l sòl (com; durará tanto como el sol)

En el marriment, pena e dòl.

E car eu só (y ya que yo soy)

Lo vostre companyó,

Tement que Deus jamays mí perdó, (jamás; jamaisjames, jamés)

Perque ‘m partray

De vos, e per jamay

En vostra amistat no seray;

Mas jens no

Sens contricció

Poderós de querre perdó,

Ni vos lexar; (deixar; dixar; dejar; leixar)

Perque ‘m vull tot donar

A contricció e plorar,



XX.

DE SEJORNAR.


es malvat

Hom pres en peccat,

Car ama estar sejornat;

Car cell qui vá

En infern hon haurá

Pena que jamay no morrá, (morirá)

No deu dormir,

Ni cessar que querir

Ab contricció, penedir,

A Deu perdó,

Plorant sa fallió

Ab una tal compulsió,

Que mant suspir

De son còr faça exir, (de su corazón haga salir; exitus, exit, exida, eixida, eixir etc)

Tant que quant venrá al fenir (finir; fallecer, finar, morir, acabar)

La pietat

Qu’ haurá ‘l tenga trebaylat,

Lo tenga delay repausat. (reposat; reposado; au → o : pauc : poc, pòc : poco)

XXI.

DE OCIOSITAT.


Hom ociós, (ocioso)
¿Perque est pererós, (perezoso)
Pus que a la mòrt fás ton cós?

Quant mòrt serás,
¿De qué merit haurás (mèrit : mérito)
Si desá negun bé no fás? (de çá: en esta parte; dellá : en esa parte, en la otra parte)

¡Ah las! eu

Ociós de rahó,

Car no ‘m vir a contricció,

E a suspir,

E a mercé querir,

Car eu no só say per vivir;

Emper ja ,

Ni que no faça re,

Ans só creat a fayre bé, (faire : facer : hacer : fer : fé)

E cessar mal;

E si d’ asò no ‘m cal. (variantes: aço, açò, açó,assó, assò, aixó, això …)

Estaray en foch infernal.

XXII.


DE SENTIR.


¡Oh tú qui sents

Viandesestruments, (viandas : comestiblesinstruments : instrumentos)

Odors, paraules, tocaments! (olores, palabras, tocamientos)

Quant mòrt serás

Delay ¿é que sintrás (sentirás, de sentidos)

Dels plaers que say sentits has? 

Sintrás dolor

Si feneix peccador, (fenece, muere)

La cual dolor será major

Que tot plaer

Qui ‘s puscha desay haver (6), (como el deça anterior; que se pueda en esta parte tener)

Si no ‘t vires a greu doler

Desay sentir,
E a mercé querir,
Per ço que puschas far delir (puedas; puguespuxques, puguis)

Lo faliment

Qu’ has fayt, en sintent (sintiendo)

Ab contricció penedent. (arrepintiendo; penitencia, penitensis : PenedésPanadés, etc)

XXIII.


DE COGITAR. (cogito ergo sum : pienso, luego existo, soy)


¡Ah cogitar! E рег nient pensar, (niente italiano; nada; res, re, rè)

¿Perqu’ el vòls en ton còr posar?

Car per nient

Ha hom cogitament,

Si cogita a no scient;

Ans s’ en sech mal,

Car ço que re no val (no vale nada)

, ne, ne a sal, (pan, vino)

Tòl bon pensar, (tòl, de tolre, toldre: tolere : quitar, apartar, suprimir, etc)

D’ hon se pòt gran bé far, (de donde se puede gran bien hacer)

Perqu’ eu deuria fòrt plorar; (debería)

Car longament (“largamente”, longa: larga : mucho tiempo)

Sens nuyll profitament (sin ningún provecho; nulo; null)

Hay cogitat a no scient,

E certament

Fí mant cogitament;

Mal perqu’ enmolt penedent.

XXIV.


DE PARLAR.


Per erguyllós e mal parlar (orgullosoergullósorgullósmalparlatmal hablado)

Tantas vets m’ havets fayt peccar, (Tantas veces me habéis hecho pecar)

Afermant ço qui ‘s falsetat

E negant ço qui’ s veritat.

¡Ah mal parlar tant neleytós!

¡E tant home fayts viciós!

Ab contricció e plorar (7)

Poray ja perdó trobar

De tan malvat greu parlament (tant, tan; la t final se perdía ya en algunos sitios)

Ab que hay fayt tan faliment,

Estant vilá e descortes (villano, de villa; vila; descortés se encuentra también con tilde)

En mon parlar en tota res,

Nomnant noms de gran sutzetat (nombrando : nomenant; suciedad)

Qui son gran horribilitat.

¡Ah boca sutza e pudent! (con boca sucia y apestosa; podrir: putir : putput, abubilla)

¡Ah lengua mala e mintent! (Hay ya palabras con ll inicial en Ramon Lull : Llull)

Recorrets a contricció

demanats a Deu perdó, (demanáu, demanau, demanéu, demaneu; demandáis, pedís)

E ajutvos mercé clamar

Ab greus suspirs e plorar.

XXV.


DE OBRAR.


¡Ah mal viciós obrar!

Ja nous pogués mays atrobar (trobar, atrobar; encontrar)

En mes mans, hon tant faliment

Ay fayt a tòrt a mante gent! (este ay: hay : he hecho entuertos a mucha gente)

¡Ah mal obrar que res no val!

Per vos me venrá tant de mal,

Si contricció no ‘m secor (si contrición no me socorre; secor : socor : socors etc)

Ab mant suspir e ab mant plor!

¡Ah mans malas plenas de mal! (¡Ah manos malas llenas de mal; típico plural fem occ.)

Si anats en fòch infernal, (anats → anáu, anau, aneu, anéu; anar : andar, ir; vais)

¿Qu’ eus valrá quant havets obrat

En esta vida ab peccat? (Ramon Lull usa tanto esta como aquesta, est’ con apóstrofe)

Car d’ ella no haurets poder

En neguna bona obra fer, (usa neguna: ninguna; posterior es el “cap” : ningún, ninguna)

Ans estarets co ‘l pex nadant (sino que estaréis como el pez nadando; peix; co : com)

En flama de fòch, tròp cremant. (muy + cremant : ardiente, que quema; llama; fuego)

Fayts, donchs, de say quant bé porets, (feu: haced; cuanto bien podáis, podréis)

Car si ho fayts mercé trobarets, (ya que si lo hacéis merced encontraréis)

E lo bé que no porets far, (se encuentra far, fer: facer, hacer, faire, facere)

Faytslo al còr molt desirar.

XXVI.

DE CARRERAS. (plural femenino de calle, calles, , carrera, latín carraria : vía, carrercarré)


¡Ah peus! e tant havets errat

En tot quant havets pasetjat! (la s: ss no era uniforme, ni lo fue durante siglos)

En anys, setmanes e dias (plural occitano de día, días; a veces está con tilde)

Anavets per malas vias,

Perque ‘s tayn que siats cremats; (tany : pertany, pertayn)

Car ab vos ay fayts mants peccats.

E si per un peccat d’ Adam

Tuyt en malas vias estam,

Quant mays vá cascú a gran mal

Quant fá mant peccat actual:

Perqu’ eu vull virar lo camí,

Per ço que vinga a bona fí. (8)

Mas cové que lo virador

Haje contricció major

Que los peccats, si ‘l vòl virar

Al pòrt hon se puscha salvar,

E que y ajut suspir e plòr,

E mercé de nostro Senyor. (En mallorquín sobrevive nostro en 2021; nostre; nuestro)


(la y griega era muy común, y lo fue también en la renaixença del siglo XIX.
Esta y : hi : hic latín; en castellano antiguo también aparece “hy” : abiertas assí como logares comunales a todos los qui hy quisieren entrar.)

XXVII.


DEL CÒR.


¡Ah còr malvat e mal hostal

En qui alberga hom tant de mal (9),

E qui de vos havets gitat (gitat: expulsado, sacado; gitar: foragitar; no es gitar : acostar)

Deus, qui ‘n vos no sia amat!

Ah! en tan mal hostal anats,

Si donchs molts suspirs no gitats, (expulsar, exhalar suspiros)

E que molta ayga ‘ls uylls donets, (y que mucha agua a los ojos deis; aygua, aigua etc.)

Per ço que ploren mantes vets. (muchas veces; moltes vegades, moltas vegadas)

Encareus cové penedir (“todavía os conviene arrepentiros”)

De tot vostre malvat consir,

E qu’ els umplats de bon amor (umpliromplir : llenar; adimplere; plenar es posterior)

Amant Deu vostre creador;

E si tot aço no vos val,

Trametets un suspir coral

A la regina de valor

Qui munda còr de peccador, (limpia; contrario inmunda, inmundicia)

Si a ela ‘s rent per hostal, (ella)

E de suspirs li fá sensal, (censal)

E molta ayga ‘ls uylls vulla dar, (y mucha agua a los ojos quiera dar; donar)

Per ço que molt puschan plorar, (puedan llorar)

XXVIII.


DE IMAGINACIÓ.


¡Ah mala imaginació!

Si no havets contricció

De tant peccat imaginat

Per vos cregut e procurat,

Imaginarets vostre mal

Tots temps en lo fòch infernal,

Hon haurets mant malvat turment,

Si no imaginats forment (si no imagináis fuertemente; fort + ment; forment es trigo)

Say pietat, contricció,

Misericordia e perdó.

Imaginació, ¿quéus val

Imaginar ço queus fá mal,

E no ço quius es garisó,

E qui mòu la contricció

A moure en lo còr sospirs

E en la volentat desirs,

E mòu los uylls a molt plorar

E las mans mòu a molt bé far,

Cóm Deu sia servit, honrat,

E tot lo peccat perdonat?


XXIX.


DE PERDRE.


¡Ah, lasmesqui! tant has perdut

De granea e de virtut,

Car has gitat a no caler

Ço perque pográs bé haver,

E jamays ço que perdut has

En aquel nombre cobrarás;

Mas si has gran contricció

E que ‘t vinga de Deu perdó,

Bé porás cobrar son semblant

Per ço qui ve d’ aqui avant;
Mas lo bé que pogres haver

No venrá mays en ton poder,

E esne ‘l teu peccat cregut

En quant tú l’ has a tú perdut.

Veges, donchs, cóm es hom malvat,

Car has detantprivat,

E privarás si no ‘t sotmets (sots: debajo, mets: metes : si no te sometes)

A contricció e a drets

De tot quant Deus en volrá fer,

E que de tòt n’ hages plaer.


XXX.


DE MAL EXIMPLI.


¡Ah eximpli de gran peccat

Per gran senyor o per prelat,

O per tot altre home vivent!

Tant gran será lo poniment

Qui venrá per la vostra sòrt

En aquels qui a mala mòrt

Venrán per vos si no secor

La pietat de lo Senyor,

Ab contricció e suspir

E ab plorar e penedir.

¡Ah mal eximpli qui segnal

Sots perque hom fá tan de mal!

E car vos tant home movets

A far lo mal, per ço es drets

Que l’ hom en qui sots sustentat

Sia per vos tant turmentat
Co ‘l dan d’ hon sots occasió,

Si donchs no y val contricció,

E qu’ hom vuyla molt desirar

Con bò eximpli pogués dar.

XXXI.

DE INDISCRECIÓ.


¡Ah, las, de indiscreció!

Poram aydar contricció,

Com sia tant gran faliment

Qui fal contra enteniment,

Per ira o per gran desir

Ni per la pahor de morir,

E per molts d’ altres mals asatz

Mants jorns indiscret suy estatz;

E si no ‘m val contricció

A recobrar discreció,

Moray en greu peccat mortal

Car terra de fòch infernal (10),

Car a la mòrt discreció

No ‘m valrá, pus contr’ ela só,

Car a hom qui ‘s rent bestial,

Discreció en res no val,

Perqu’ eu prechvos, contricció,

Que ‘m rendats ma discreció,
E ab ella venga ‘l servir,

E ‘m faça molt fòrt penedir.

XXXII.

DE OBLIDAR.

Oblidar son leyal amich

E remembrar son enemich

No es membrar bò ne cortes

E son oblidar de mal es;

E oblidar contricció

Com hom ha fayta falió,

Es oblidament desleyal

D’ hon se pòt seguir tant de mal,

Qu’ el jorn de lo jutjament

Membrará Deus lo faliment

Sens membrança de perdonar

E ab membrança del jutjar.

Perqu’ eu qui tant ay oblidat

Deu e la sua gran bontat,

E ‘l bé que per él m’ es vengut,

Me tench tot per desconegut;

E vuyl membrar contricció,

E de Deu gracia e perdó,

E vuyl membrar son gran jutjar,

Per ço que fòrt tema peccar