La cirugía plástica es una especialidad quirúrgica que se encarga de la corrección de todo proceso congénito, adquirido, tumoral o simplemente involutivo, que requiera reparación o reposición, o que afecte a la forma y/o función corporal. Sus técnicas están basadas en el trasplante y la movilización de tejidos mediante injertos y colgajos o incluso implantes de material inerte.
Esta especialidad se divide en dos ramas principales:
Cirugía Reconstructiva: Se encarga de restaurar o mejorar la función y el aspecto físico en lesiones causadas por accidentes y quemaduras, enfermedades y tumores de la piel y tejidos de sostén, y anomalías congénitas, principalmente de cara, manos y genitales.
Cirugía Estética: Trata con pacientes en general sanos y su objetivo es la corrección de alteraciones de la norma estética con la finalidad de obtener una mayor armonía facial y corporal o de las secuelas producidas por el envejecimiento.
Ambas ramas persiguen mejorar la calidad de vida del paciente, aunque la cirugía reconstructiva tiene un enfoque más funcional y la estética un enfoque más de mejora de la apariencia.