ORIGEN DE LA BARONÍA DE ESCRICHE

144. ORIGEN DE LA BARONÍA DE ESCRICHE
(SIGLO XII. ESCRICHE)

Una fiera —los más creen que un
descomunal y sanguinario lobo— tenía atemorizados a todos los
habitantes del lugar de Escriche. No sólo descuartizaba a sus
víctimas, sino que su piel era como el mismísimo acero, de modo que
ni flechas ni espadas parecían hacerle mella pues salían
despedidas. Los caminantes que sabían de su existencia daban grandes
rodeos para no atravesar tan peligrosa zona, que muy pronto quedó
totalmente despoblada. La noticia se extendió por todo el reino.

Un día se presentó ante el rey
aragonés Alfonso II
—hasta quien había llegado la noticia— un
valiente guerrero diciendo que él se comprometía a dar muerte a la
fiera
, para lo cual tan sólo solicitaba una espada que fuera algo
mejor que la suya y un gran espejo. Aunque extrañaron sobremanera
las condiciones, fue aceptada su oferta.

El joven salió en su busca del feroz animal, sin que tardara mucho en encontrarlo. Al verlo, el monstruo
se abalanzó furioso sobre el guerrero, que lo esperó con el espejo
delante, apoyado en el suelo. Cuando el bruto vio reflejado su cuerpo
en el cristal, titubeó unos breves instantes, pero los suficientes
para que el bravo guerrero le introdujera certeramente la espada por
la boca, único lugar vulnerable del animal.

Muerta la fiera, renació la calma en
toda la comarca. Los habitantes que habían huido atemorizados
regresaron a sus casas; la vida continuó. El rey, agradecido por tan
valerosa hazaña y por el gran servicio que había prestado a la
comunidad, decidió premiar al guerrero dándole en tenencia todo el
territorio que pudiese recorrer en un solo día, naciendo de esta
manera tan singular la que sería baronía de Escriche.
La letrilla de una jota inmortalizó
hasta hoy la gesta:
«Nadie le tema a la fiera, que la
fiera ya murió;
al revolver una esquina, un valiente la
mató».


[Alfonso Zapater, Aragón pueblo a pueblo, tomo VII, pág. 1.014.]




Alfonso Zapater Gil (Albalate del Arzobispo, 19 de julio de 1932 – Zaragoza, 30 de mayo de 2007) fue un escritor y periodista español.

Pasó su infancia y juventud en su pueblo natal, Albalate del Arzobispo, que compartió con Urrea de Gaén. Su producción abarca todos los géneros: novela, teatro, ensayo y poesía. Ha obtenido importantes premios literarios, entre ellos el San Jorge (en su doble vertiente de novela y poesía), Padre Llanas, Ciudad de Barbastro, Ciudad de Jaca y el nacional de teatro Miguel Hernández. En 1981 fue finalista del Premio Nadal con El accidente.​ Publicó más de treinta libros, además de obras como Aragón, pueblo a pueblo (diez volúmenes), Historia de la jota aragonesa (tres volúmenes), Tauromaquia aragonesa (tres volúmenes) y Líderes de Aragón, siglo XX (cuatro volúmenes).

En el género novelístico destacan los títulos
El hombre y el toro (Litho Arte), Siembra (Institución Fernando el Católico), El pueblo que se vendió (Bruguera), Viajando con Alirio (Planeta), Los sublevados (Model Books), El accidente (Destino), La ciudad infinita, Yo falsifiqué el Guernica, Tuerto Catachán y El regreso de Moisés.
Memorias apócrifas de Joaquín Costa (Mira Editores).
Otras de sus obras publicadas son Venezuela, paso a paso; Desde este Sinaí; Resurrección y vida de Joaquín Costa; Juan Carlos hombre, José Iranzo, el Pastor de Andorra; Hombre de tierra; Afirmación del ser y varios poemas.

Desde 1966 escribía una página diaria para Heraldo de Aragón, «Zaragoza al día», donde mezclaba el reportaje, la crónica, la entrevista y el comentario o la opinión. En dicho periódico permaneció hasta su muerte el 30 de mayo de 2007.


  • Montserrat, Concha (31 de mayo de 2007). «Alfonso Zapater Cerdán, periodista y escritor»El País.
    • «Zapater Gil, Alfonso». Gran Enciclopedia Aragonesa. 2009.
    • «Adiós a Alfonso Zapater». Heraldo de Aragón. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión).