Tendríais que ver la pizza con la que me ha venido esto.
La pizza es un plato de origen italiano, compuesto por una masa de harina de trigo, generalmente en forma circular y gruesa, horneada y cubierta con una variedad de ingredientes, como salsa de tomate, queso, y otros condimentos y toppings.
Según la definición de la Real Academia Española, la pizza es “especie de torta de harina amasada, encima de la cual se pone queso, tomate frito y otros ingredientes, y que se cuece en el horno”.
La pizza tiene sus raíces en la cocina napolitana, específicamente en la ciudad de Nápoles, Italia, donde se cree que surgió en el siglo XVII como un alimento simple y económico para los habitantes humildes.
Con el tiempo, la pizza se popularizó en Italia y luego en todo el mundo, adoptando variaciones y estilos diferentes según la región y la cultura.
En general, la pizza se caracteriza por su crust (corteza) crujiente y suelto, su salsa de tomate suave y sabrosa, y su queso derretido y cremoso. Sin embargo, hay muchas variantes y combinaciones de ingredientes posibles, lo que ha llevado a la creación de estilos y tipos de pizza muy diversos, como la pizza neapolitana, la pizza romana, la pizza siciliana, la pizza americana, y muchos otros.
En resumen, la pizza es un plato delicioso y versátil que combina la simplicidad de una masa de pan con la riqueza de sabores y texturas de los ingredientes que se le agregan.