Avui me ha arribat un treball mol guapo de Pedro Salinas y, com ting una edat a la que li va de rechupete, no me hay pogut resistí a traduil y adaptal a la nostra llengua.
Me sentisco com aquell chiquet que li van regalá una boseta de carambelos; los primes sels va minchá mol depresa, pero, de repén se va doná cuenta que lin quedáen pocs, y eisos los va disfrutá mol més, los va aná chupán poc a poc, disfrutánlos mol més que los primés.
Ya no ting tems pa sermóns mol llarcs, discutín les coses que se han pogut fé a la vida, pero que yo no les hay fet; aisó no me du a cap de puesto, per que eises coses que haguera pogut fé cuan era chove, ya no les puc fé.
Ya no ting tems pa aguantá a homens presumits que, encara que tame son vells com yo, ells no han crescut y la seua edat se ha quedat pel camí.
Ya me quede poquet tems com pa discutí de si los anchelets son homens o dones. Vull aprofitá lo tems, la meua ánima te presa, ya me queden pocs carambelos a la boseta, se están acabán…..
Vull viure al costat de chen de este mon, mol de este mon. Que sen enrigue dels seus defiactes, dels seus fallos, que no vingue presumín de lo que no ha fet encara. Que no se cregue que ha guañat abáns de arribá. Que no diso atrás les seues obligasións. Que defengue al home, a la dona. Y que vullgue caminá al costat de la verdat, de la honra.
Chen a la que les desgrasies los hasque enseñat a creise en les ferides curades dintre del ánima, encara que li quedon unes crostes mol dures.
Ting que aprofitá los carambelos que me queden, encara que siguen poquets. Segú que me saben milló que los que me hay minchat hasta ara.
Me siento como aquel niño que
ganó un paquete de dulces; los
primeros los comió con agrado,
pero, cuando percibió que quedaban
pocos, comenzó a saborearlos
profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones
interminables donde se discuten
estatutos, normas, procedimientos y
reglamentos internos, sabiendo que
no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a
personas absurdas que, a pesar de
su edad cronológica, no han crecido.
Mi tiempo es escaso como para
discutir títulos. Quiero la esencia, mi
alma tiene prisa… sin muchos dulces
en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana,
muy humana. Que sepa reír de sus
errores. Que no se envanezca,
con sus triunfos.
Que no se considere
electa antes de la hora. Que no huya
de sus responsabilidades. Que
defienda la dignidad humana. Y que
desee tan sólo andar del lado de la
verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida
valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa
tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de
la vida, le enseñaron a crecer con
toques suaves en el alma.
Sí…, tengo prisa… tengo prisa por
vivir con la intensidad que sólo la
madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte
alguna de los dulces que me
quedan… Estoy seguro que serán más
exquisitos que los que hasta ahora
he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y
en paz con mis seres queridos y con
mi conciencia.
Tenemos dos vidas y la segunda
comienza cuando te das cuenta que
sólo tienes una…
PEDRO SALINAS.