UN NOBLE ARAGONÉS SALVA DE LA MUERTE A SANCHO ABARCA

89. UN NOBLE ARAGONÉS SALVA DE LA MUERTE A SANCHO ABARCA
(SIGLO X. AIBAR)
 
UN NOBLE ARAGONÉS SALVA DE LA MUERTE A SANCHO ABARCA, SIGLO X, AIBAR, fractus est castro Aybaria a Mohamed Ben Lup
 
 
Cuando murió el rey García Íñiguez,
la reina doña Urraca, su mujer, se hallaba esperando un hijo. Un día
en que ésta transitaba por el valle de Aibar acompañada de un corto
séquito, unos moros asaltaron e hirieron a la dama hasta hallar la
muerte junto a los demás caballeros que la acompañaban, de modo que
no quedó vivo ninguno.
Al cabo de un rato de haber sucedido
tan luctuoso hecho, pasó por aquel paraje un noble caballero
aragonés
a quien, a través de la herida mortal que la reina
presentaba, le pareció ver la mano de un niño que se agitaba.
Trabajosamente lo sacó del vientre de la reina muerta y lo llevó
consigo para criarlo, poniéndole por nombre el de Sancho García.
Pasó lentamente el tiempo y al cabo de
algunos años, con ocasión de hallarse las gentes del reino reunidas
para tratar de hallar y nombrar un nuevo rey, aquel bondadoso noble
vistió al niño con ropas de pastor y abarcas y se encaminó con él
hacia el palacio real de Pamplona, donde se habían congregado. Una
vez allí explicó a todos los presentes los tristes avatares y
circunstancias que habían rodeado su nacimiento así como el origen
real
de aquel niño que le acompañaba.
Tras escuchar en silencio y con asombro
las explicaciones dadas por el noble aragonés, todos los allí
congregados comenzaron a vitorear y a aclamar al niño, todavía de
corta edad, como a su nuevo rey Sancho II de Navarra y, quitándole
la ropa vulgar con la que iba vestido, lo invistieron con los hábitos
distintivos de la realeza.
Como hecho ciertamente curioso y en
recuerdo de haberlo hallado calzado con abarcas, decidieron llamarle
desde entonces Sancho Abarca, sobrenombre por el que se le conoce en
la Historia.
 
[Príncipe de Viana, Carlos, Crónica
de los Reyes de Navarra, págs. 47-50.]
 
 
 
 
 
 
La primera referencia a la población aparece en el año 882 y refiere: “fractus est castro Aybaria a Mohamed Ben Lup“. Otras referencias medievales del topónimo aparecen bajo formas similares:
Agibare, Albar, Aibare, Aibari, Aivar (la hostia), Aivare, Aiubare, Aiuuar, Aiuruuare, Aivar, Aybare, Aybar, Ayuar o Ayvar. El significado etimológico del topónimo parece compuesto por la palabra en lengua vasca ibar, que significa valle o vaguada; pero el término que precede a esta palabra resulta desconocido.
 
El nombre en lengua vasca del valle es Oibar. En documentos de 1074 y 1076 se recoge ya la similar forma deOiuarr“. La existencia en la zona de numerosos topónimos en euskera demuestra que se habló este idioma en Aibar durante muchos siglos.​ En un documento de 1763 se menciona Oibarbidea (que significa el camino de Oibar), considerándose la primera mención exacta de este topónimo. El nombre se perdió en el propio municipio al dejar de hablar sus habitantes en euskera, pero se ha conservado hasta la actualidad en el Valle de Salazar. En 2001 el ayuntamiento, a pesar de que estaba legalmente en la zona no vascófona de Navarra, adoptó la denominación oficial bilingüe de Aibar/Oibar.
 
Inicialmente adscrita a la zona no vascófona por la Ley Foral 18/1986, en junio de 2017 el Parlamento navarro aprobó el paso de Aibar a la Zona mixta de Navarra mediante la Ley foral 9/2017.
 
Los gentilicios más usados en la población son aibareses, aibaresas, oibartarrak.
 
El escudo de armas de la villa de Aibar tiene el siguiente blasón:
 
Trae de gules y un castillo de tres torres de oro, la central más alta que las laterales y almenadas de tres almenas. Debajo del castillo dos llaves del mismo metal cruzadas en sotuer.
 
Otazu Ripa, Jesús Lorenzo:

Quizás provenga este blasón del sello céreo que usaba la villa desde el siglo XIII y que representaba, bajo una arcada flanqueada de dos torres y sumada de una tercera más alta, la imagen del patrón San Pedro empuñando una llave. En siglos posteriores y siguiendo las leyes heráldicas, la arcada con las torres se simbolizó en el castillo y la figura del santo en las llaves.
 
Situación:

Cáseda, Leache, Lumbier, Sangüesa, Sada, Rocaforte. Aibar está situado en la parte este-centro de la Comunidad Foral de Navarra. Su término municipal tiene una superficie de 47,79 km² y limita al norte con Ibargoiti y Urraul Bajo, al este con Sangüesa, al sur con Cáseda y al oeste con Sada y Leache.
 
La villa de Aibar se encuentra situada a orillas del arroyo Uñezar, sobre una ladera entre Sada y Sangüesa a 531 msnm. En la parte norte de su término municipal se encuentra la sierra de Izco donde la cota máxima de altitud es el pico Olaz con 884 msnm. En ella también desatacaríamos otros montes como Biescas, La Vizcaya, Menditxuri, San Millán y Pinillas con cotas que oscilan entre los 900 y 1.000 msnm.
 
La administración política se realiza a través de un ayuntamiento de gestión democrática cuyos componentes se eligen cada cuatro años por sufragio universal desde las primeras elecciones municipales tras la reinstauración de la democracia en España, en 1979. El censo electoral está compuesto por los residentes mayores de 18 años empadronados en el municipio, ya sean de nacionalidad española o de cualquier país miembro de la Unión Europea. Según lo dispuesto en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General,8​ que establece el número de concejales elegibles en función de la población del municipio, la corporación municipal está formada por 7 concejales. La sede del Ayuntamiento de Aibar está en la plaza Consistorial.
 
Monumentos religiosos:

Basílica de Santa María: Es un edificio de estilo románico, de la segunda mitad del siglo XII y está formado por una sola nave de cuatro tramos y cabecera semicircular. Por soporte tiene unas pilastras con medias columnas adosadas que se apoyan en unos pedestales prismáticos con plintos lisos y basa compuesta por toro y escocia con bolas en los ángulos. Las esculturas de los capiteles son motivos simples sin figuración humana. La bóveda es de medio cañón apuntado y está jalonada por cuatro arcos fajones apuntados y doblados que descansan en las pilastras. Del su interior destaca el retablo mayor de estilo barroco que preside el templo el cual data de 1710.

Basílica de San Joaquín: Es un edificio del siglo XVIII formado por una sola nave de cuatro tramos y cabecera recta. Está cubierto por una bóveda de lunetos jalonada por arcos fajones muy planos que descansan sobre unas ménsulas muy sencillas, a cuya altura corre una imposta lisa. Su exterior es de sillarejo y la puerta del templo tiene un arco de medio punto con dovelas de sillar. también tiene una espadaña con campana a los pies sobre la fachada. De su interior destaca el retablo de San Joaquín de estilo barroco de la primera mitad del siglo XVII.

Iglesia de San Pedro: Es un edificio de estilo románico del siglo XII, formado por tres naves de tres tramos, la central más ancha que las laterales. Además éstas presentan cierta irregularidad en su trazado y son más estrechas en el tramo próximo a la cabecera que en los pies. En el siglo XVI le fue añadido un amplio crucero más la capilla mayor y la sacristía.