Verás como al final me das, tirar los tejos

Verás como al final me das,
que bajes de ahí,
uis, casi,
 
Verás como al final me das, es que te quiero mucho, que bajes de ahí, uis, casi, que lo de tirar los tejos no es así, gilipollas
 

Tirar los tejos es una expresión idiomática española que se refiere a insinuarle a alguien el interés que se tiene puesto en él, o manifestarle indirectamente lo que de él se espera, especialmente en el contexto del cortejo o la seducción.

La expresión tiene su origen en un antiguo juego llamado “tejo”, que consistía en lanzar una piedra o trozo de teja contra un palo de madera clavado en el suelo. Los chavales que jugaban en los parques o plazas públicos aprovechaban para lanzar el tejo cerca de la chica que les gustaba, con la excusa de recogerlo y poder charlar con ella. De esta forma, el acto de lanzar el tejo se convirtió en un modo de mostrar interés o insinuarse a alguien.

En la actualidad, “tirar los tejos” se utiliza como metáfora para describir la acción de hacer señales o demostraciones de interés hacia alguien, sin ser directo o explícito. Por ejemplo, un hombre podría “tirar los tejos” a una mujer al hacerle una pregunta o comentario que le haga sentir especial o interesada.

Es importante destacar que la expresión no se refiere a la acción de lanzar literalmente un tejo, sino que es un término coloquial y figurado que se utiliza para describir una forma de comunicar interés o atracción hacia alguien.