VI, AMOR DEL BON JESÚS.

VI

AMOR
DEL BON JESÚS.

Vous
serez le plus ingrat de
touts les homnes si vous n´aimez
pas
Dieu qui vous aimes tant, et
qui ne se rebute point de
frapper
á la porte de vostre coeur pour y
répandre son
amour.

(FENELON.
– Lletres espirituals.)

Anima
meua, per est mon perduda,

Per
entre´ls espinals desgarriada,
Ovella tendra, dins lo bosch
ombrívol;
S´en ve la nit, y está la guarda llunya;
¿Qué
ferás, lassa, quant lo llop s´en tema
De que tu has fuyta y lo
camí no trobas?
Vindrá lo llop. Sa gola ja aparella,
Ja ses
dents verinoses vol clavarte;
¡Detúrat, infeliça!

VI
AMOR
DE JESUCRISTO.

Alma
mía, perdida por el mundo, extraviada entre las zarzas, pequeña
ovejuela, en la oscuridad del bosque. Viene la noche; está lejos tu
rebaño. ¡Ay triste! ¿Qué vas á hacer, si el lobo se apercibe de
tu fuga y extravío? Ya se acerca el lobo; abre las fauces, quiere
hincar en tus carnes sus venenosos dientes. ¡Párate, infeliz!

¡Oh
bon Pastor! ¿La dexarèu tant sola,
Y abandonada á l´inimiga
furia?
¿La trobarán los vïatjers cadavre
Mig menjat, del
torrent á la vorera?

Sos
òssos compodrits haurán per tomba
L´aspre rocam, ó del milá
les críes?

¡No,
per gracia! ¡Cuytáu, qu´encara es hora,
Cuytáu, Senyor, y á
son ramat tornáula

Sobre
la vostra esquena!

Ánima
mía, ¿sents la veu placévola
Del bon Jesús qui ple d´amor te
crida?
Torna, torna, d´amor ubriacada;
No tengas por de que ab
mal ull te mire;
No cregas, no, que rebujarte vulla;
Ab los
braços extesos Ell t´espera
Per oblidar tes enujants
ofenses,
Per darte una dolcíssima abraçada
Y esser la teua
gloria.

Sempre
Jesús als pecadors estima;
Jesús derrama de los bens la copa.
Un
día, quant los hòmens renegaren
Y Adam seguí les infernals
banderes,
Nengú sortía fiançador del Home,
Nengú per
l´Home del Etern les ires
Resolgué satisfer; les cruels
tristeses
Eran les primogènites germanes
De la nissaga
nostra.


¡Oh buen Pastor! ¿Dejarásla sola, y abandonada á la
enemiga furia?
¿Encontraránla cadáver los viajeros, medio
comido, á la orilla del torrente? ¿Sus restos putrefactos, tendrán
por sepultura las escuetas roca, ó las crías de los cuervos (milá
: milanos
)? ¡No, por gracia! ¡Apresúrate, que es tiempo
todavía; apresúrate, Señor, y vuélvela sobre tus espaldas al
aprisco!

Alma
mía, ¿oyes la plácida voz de Jesucristo que te llama, movido de su
amor? Vuelve, vuelve, de amor embriagada. No temas que te mire con
enojo; no creas que á rechazarte vaya. Con los brazos abiertos Él
te espera; para olvidar tus irritantes injurias; para darte dulcísimo
abrazo, y ser tu gloria.

Jesus
ama siempre á los pecadores; Jesus derrama la copa de los bienes. Un
día, cuando renegaron de su Creador los hombres, y Adan siguió las
banderas del Infierno; nadie salía fiador de los humanos; nadie
resolvió satisfacer por ellos á la divina Justicia: las crueles
tristezas eran las hermanas mayores de nuestra raza (nissaga:
saga
).


Y
Ell més plasent que totes les criatures,
Y Ell més amant que´ls
serafins altívols,
Verb inmortal de la inmortal Essencia,
De
carn mortal ofría revestirse
Y ab sa mort rembre lo perdut
llinatje.
Y aparegué. Y ´ls ángels lo vegeren
Arrufadet
demunt la menjadora,
¡Oh fineses d´amor!, desde
l´infancia
Donantnos bell exemple.

Després
fet home corregué la terra,
Del vall á la montanya, per les
viles,
Conhort suavíssim regalant als pobles.
Exían de sa
boca les paraules
Tant sòls pera dictarnos la sabiesa,
La fe
senzilla, y el perdó benévol.
De son ropatje una virtut
sortía
Qu´als coxos y tullits alleugerava,
Movent llur cor de
teya.

Hereu
del regne de los cels no fore
L´home caygut, sens eix Amor per
mestre,
Que son giny endreçás per bona vía,
Que sa pena
regís malensenyada.

Sens
eix Amor per metje, corrompuda
La terra fore ab lo lleig cranch
del vici;
Sense eix Amor, ¡ay Deu!, per santa víctima,
De los
abyms l´eterna flamarada
Era la nostra herencia.


Y
Él más amable que todas las criaturas, más amoroso que los
elevados serafines. Verbo inmortal de la inmortal Esencia, ofreció
vestirse de carne mortal, y con su muerte redimir el humano linaje.

Y apareció. Los ángeles le vieron, reclinado en el pesebre de
Belen.
¡Oh finezas de amor! Desde la cuna nos dió bellos
ejemplos.

Luégo,
ya hombre, recorrió la tierra de Palestina, los montes, y los
pueblos, regalando la suavidad de su consolacion. Salían de su boca
las palabras, sólo para dictarnos sabias cosas, la Fe sencilla, y el
perdon benévolo. De su vestido salía tal virtud, que aliviaba á
los cojos y tullidos, moviendo á penitencia su corazon de roca
(teya).

Heredero
del reino de Dios, no sería hoy el Hombre caído, sin ese Amor por
maestro, que su juicio endereza al buen camino, que rige su ántes
mal enseñada inteligencia. Sin ese Amor por médico, estaría la
tierra devorada por el horrible cáncer de los vicios. Sin ese Amor,
¡ay Dios!, por santa víctima, la eterna llamarada de los abismos
sería nuestra herencia.

¡Be
ho sap aquexa roca del Calvari!
Allí, clavat Jesús al pal
d´afronta,
Com infelís esclau per l´hom suspira.
Negra fosca
cubreix lo sacrifici,
Estremida la Terra se detura,
Brujit de
flastomíes l´ayre omplena;
Y devalla la veu adolorida
Del bon
Jesús, qui desde l´alt patíbol
Sitio, – tench set, –
clamava.

¿Y
de qué assedegat talment podía
Nostre Jesús estar? ¿Per quí
angunioses
Al etern Pare ses paraules pujan?

¡Ah!
¡prou que´s veu! Estimació tot era;
Patir, set de patir per
nostres ánimes,
Set tormentosa de dexarnos lliure
De fanch
l´esprit, lo cor de l´impuresa,
La Fe del dubte, calcigant per
sempre
De Satanás l´imperi.

Y
un poch abans de bèurese lo cálzer,
¡Oh gran Mártyr del mon!,
en la vesprada,
Havent amat desde´l principi als hòmens
Aymáls
fins á la fí. Los sants Apòstols
Lo viu recort de la passió
reberen,
¡Angèlich Pa, de los cristians fortesa,
Goig de llur
vida, de llur cel penyora,
Miracle hermós qu´al home
dignifica,
Batent son captivatje!

¡Sábenlo,
sí, las rocas del Calvario! Allí, clavado Jesus en afrentoso madero
como un infeliz esclavo, suspira por el Hombre. Negra oscuridad rodea
el Sacrificio; la tierra estremecida va á pararse; sordo ruido de
blasfemias rueda en la atmósfera; y baja la doliente voz de Jesus,
que desde el alto patíbulo clama: Sitio, – tengo sed.

Y
¿de qué podría estar sediento, tan intensamente, nuestro divino
Jesus? ¿Para quién suben al eterno Padre, sus angustiosas
palabras?
¡Ah! ¡Demasiado lo conocemos! Todo era amor; y sed de
padecer por nuestras almas; sed tormentosa de dejarnos libres de
cieno (fango: fanch)
el espíritu, de impureza el corazon, de dudas la fe, hollando para
siempre el satánico imperio.

Y
ántes de apurar el Cáliz de su pasion; ¡oh sublime Mártir del
mundo!, en aquella noche memorable de la última cena, habiendo amado
desde el principio á los hombres, los amó hasta el fin. Los santos
apóstoles recbieron el vivo recuerdo de la pasion, el Pan de los
ángeles, fortaleza de los cristianos, gozo de su vida, prenda de su
cielo, hermoso milagro, que dignifica al hombre, rompiendo su
cautividad.

¿Ho
sents, ánima mía? ¿Y exmoguda
No t´han de Jesucrist aytals
grandeses?
¿Qué més esperas que no´t mous encara?
¿Qué
més cobejas que de greu no ploras?
Torna, torna, d´amor
ubriacada;
No tengas por de que ab mal ull te mire,
No cregas
qu´Ell tot rebujarte vulla;
Ab los braços extesos ja
t´espera,
Vol ser la teua gloria.

___


¡Senyor,
Senyor!, á vostres peus tirada
L´ánima mía reconeix
l´angoxa
Que per ella sentiu, y ses injuries.

¿Per qué ho tench
d´amagar? A la presencia
De vos qu´el sol creáreu ho
confeso.
¡Culpable som; som la perduda ovella!
Mes vos sou bo,
com la remor dels arbres;
Dolcíssim com la mel de primavera;
Sou
del Amor… ¡MISTERI!

Janer 1871.


¿Lo
oyes, alma mía? ¿No te enternecen esas maravillas del Amor de
Jesucristo? ¿Qué más esperas, que áun no te mueves? ¿Qué más
buscas, que no rompes en amargo llanto? – Vuelve, vuelve, de amor
embriagada. No temas que Él te mire con enojo; no creas que vaya á
rechazarte. Ya te aguarda con los brazos abiertos; quiere ser tu
corona……….

¡Señor, Señor!, á tus piés arrojada el
alma mía, reconoce la angustia que por ella sientes, y sus ofensas.
¿A qué negarlo? Ante ti, que el sol creaste, lo confieso. Culpable
soy; soy la perdida oveja. Mas tú eres bueno, como el rumor de los
árboles; dulcísimo, como la miel de primavera. Eres de Amor…
¡MISTERIO!