La combustión es un proceso químico exotérmico que implica la oxidación rápida de elementos combustibles, principalmente compuestos de carbono e hidrógeno, en presencia de un comburente, generalmente oxígeno. Este proceso libera energía en forma de calor y luz, y se manifiesta comúnmente con llamas.
Para que la combustión ocurra, es necesario que se den tres factores: combustible, comburente (generalmente oxígeno) y calor suficiente para alcanzar la temperatura de ignición del combustible.
La combustión puede ser completa o incompleta, dependiendo de si se oxidan completamente los componentes del combustible o no. En la combustión completa, los productos son principalmente dióxido de carbono y agua, mientras que en la incompleta pueden formarse compuestos parcialmente oxidados, como el monóxido de carbono y partículas de carbono.
Este proceso es fundamental en muchos aspectos de la vida cotidiana y la industria, como en los motores de combustión interna de los automóviles, las cocinas de gas, y sistemas de calefacción.