La cerveza sin alcohol es una bebida con un contenido muy bajo o nulo de alcohol. Según la legislación española, se considera ‘sin alcohol‘ aquella C cuya graduación alcohólica sea menor al 1 por 100 en volumen. Sin embargo, y aunque resulte paradójico, la C sin alcohol lleva algo de alcohol, concretamente entre un 0,1 y un 0,9 % del volumen total, nada comparado con el habitual de las cervezas españolas, que suelen tener entre un 4 y un 6% en volumen.
En la Unión Europea, la C no puede contener más del 1% de alcohol por volumen para ser etiquetada como «sin alcohol». En el Reino Unido, la legislación estipula que la cerveza puede etiquetarse como no alcohol o alcohol-free (‘sin alcohol’) cuando su contenido no excede el 0,05% por volumen.
La C sin alcohol puede ser consumida por conductores de vehículos, mujeres embarazadas, menores de edad o personas bajo tratamiento medicamentoso con antibióticos, de esta manera pueden disfrutar de la cerveza sin los efectos alcohólicos.
El proceso de elaboración de las cervezas sin alcohol es similar al de las cervezas tradicionales, pero se detiene el proceso de fermentación antes de que se produzca todo el alcohol, o se extrae el alcohol del mosto una vez fermentado.
También existen métodos más recientes para elaborar C sin alcohol al 0,5%, que incluyen el uso de granos especiales bajos en azúcar, levaduras que convierten menos azúcar en alcohol o la eliminación del azúcar del mosto antes de la fermentación.